Hace cuatro meses una conductora bebida y drogada arrolló en la N-332 en Oliva a un pelotón de ciclistas de Xàbia; tres murieron y dos resultaron gravemente heridos. Uno de estos últimos, Andrés Contreras, que perdió a su padre en aquel brutal accidente, estuvo ayer en la meta de la Cumbre del Sol, en el Poble Nou de Benitatxell. Andrés sigue ingresado en el hospital de Aigües Vives. La recuperación es lenta. Ayer su madre lo subió a la meta de la apasionante etapa de Benitatxell. El ayuntamiento le facilitó un pase. Está disfrutando del deporte que le apasiona.

Andrés dijo a este diario que la rehabilitación va bien y que ya empieza a caminar con muletas. Lleva el ciclismo en las venas. Su padre fue corredor y un enamorado de este deporte.