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El niño maduro del Mundial

El piloto valenciano necesita 15 kilos de lastre en el cuerpo para correr en el Mundial, pero su progresión es asombrosa - «Es muy responsable, pero todavía no es un adulto», asegura su mánager

El niño maduro del Mundial

La apariencia bisoña de Jaume Masià (Alzira, enero de 2001), el segundo piloto más joven del Mundial de Motociclismo (el italiano Dennis Foggia, dos meses más joven, es el bebé del campeonato), engaña. Sonrisa perpetua en la cara, pelo rubio y ojos azules, el piloto valenciano podría pasar por un Justin Bieber en versión piloto si no fuese porque en su cabeza los muebles están bien repartidos. Su talento va ligado a un crecimiento emocional adecuado, que diría un psicólogo. «Gracias a lo mal que lo pasé el año pasado, soy más maduro y sé sobreponerme mejor a los momentos difíciles», asegura desde su box del equipo de la Cuna de Campeones, en Motorland. Corre su cuarta carrera del Mundial tras un estreno deslumbrante, hace apenas un mes y medio, en el GP de Austria. Terminó noveno, tras rodar en segunda posición en parte de la carrera, que no es moco de pavo para un chavalito de 16 años.

«Jaume siempre ha sido precoz. Desde pequeñito, ha estado siempre delante en las carreras. Es muy persistente y persigue sus objetivos hasta conseguirlos», explica Julián Miralles, la voz más autorizada para analizar al alcireño. Es el director de la Cuna de Campeones del Circuit Ricardo Tormo, el maestro que marca el camino a los futuros referentes. «El motociclismo es su pasión, su vida. Madruga para ir al gimnasio porque quiere ser el mejor», añade Miralles, mánager en exclusiva de Masià este fin de semana en Aragón, donde corre con el nombre de la Cuna. Su brillante debut en el mundial, como sustituto de Binder en un equipo de relumbrón, provocó su fichaje, para la próxima temporada, por el Platinium Real State. A la espera de la próxima temporada, la estructura de la cantera de Cheste le proporciona una plaza como invitado en el tramo final de la actual.

De hijo piloto (su padre, Jaume Masià, corrió el Campeonato de España), Jaume junior se curtió especialmente el año pasado. Estrella Galicia 0.0, el gigante en el Mundial Junior de Moto3, le fichó con altas expectativas. Las cosas no salieron bien. «Por su poco peso, llevaba hasta 15 kilos de lastre (lo normal está entre 6 y 9), no llegaba casi al manillar. No le fue bien y perdió la confianza», explica Miralles, que lo recuperó para este año en la Cuna, convencido de su talento. «Hemos hecho el trabajo que teníamos que hacer. Nunca habíamos trabajado tan de cerca pero sabía que era su momento. Sólo necesitaba sentirse arropado, el mimo, que se sintiera importante. Lo hemos recuperado emocionalmente. Ahora, para ser tan pequeño, va bien porque es un piloto experimentado», explica Miralles. «Es muy responsable, del perfil de Jorge Navarro. No es de los alocados. Pero aunque sea maduro, por todo lo que ha aprendido, necesita apoyo. No es un adulto. Sus emociones todavía fluctúan mucho como es normal en un chaval de su edad». apostilla.

Masià continúa con su periodo de aprendizaje, consciente de que el año que viene, con más peso y más estatura, conducir la moto será un ejercicio más sencillo. La báscula le indica ahora cerca de 58 kilos, 61 con el mono puesto. Un hándicap que va superando con la misma paciencia madura con la que salió adelante de una experiencia amarga el año pasado. «Pensé que me iba a quedar. No tenía ninguna plaza en ningún equipo. Fue Miralles el que me brindó la oportunidad», asegura el chaval, fan de Dani Pedrosa.

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