José María García, «el Chato», está indignado. El delegado del Atlético Museros no termina de digerir el castigo de la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana por los insultos racistas que recibió un jugador de su equipo («moro de mierda, vete a tu país») durante el partido juvenil del pasado domingo ante La Creu, motivo por el que el árbitro suspendió el encuentro. «Yo fui el primero en llamar a la Policía. Además, ¡estaban insultando a jugadores de nuestro equipo!», explica el Chato,inhabilitado por un periodo de 2 años porque, según reflejó el árbitro en el acta, «no quiso responsabilizarse de las personas que insultaban ni de sus consecuencias». El Comité de Competición también ha cerrado un partido los campos del Atlético Museros y de la Creu. Al equipo de La Pobla de Farnals le cae, además, un simbólica sanción económica de 30 euros. El colegiado dejó claro en el acta que los espectadores xenófobos eran «de la Creu».
«El partido empezó ya muy caliente. En cualquier acción, se notaba la tensión. Incluso desde el banquillo de La Creu nos insultaban. Uno de ellos (prefiere no revelar el dorsal) escupió y dijo de todo, era vergonzoso», explica el Chato. «Como me olía lo que podía pasar, en el minuto 25 llamé a la Policía (muestra la captura del móvil con la hora de la llamada: a las 13.03 exactamente). Yo ya estaba muy preocupado, antes de que el árbitro dijese nada», añade. «Es en el minuto 42 cuando me llama y me dice que está oyendo insultos constantemente hacia el número 15 de nuestro equipo y que así no se podía continuar. Yo le digo que el responsable es él y que haga lo que considere oportuno. Entonces, el delegado de La Creu le pide que se siga jugando y dice que él se hace cargo de esa gente, que estaba al lado de su banquillo. Incomprensiblemente, el árbitro deja jugar esos 3 minutos. No me lo podía creer», añade.
«Cuando pita el descanso, dos jugadores de La Creu insultaron a nuestros jugadores en el túnel de vestuarios con las frases: ´mono de mierda, hijo de puta, te voy a matar´ y ´vete a tu país´. Entonces voy al colegiado y le digo que así no se puede continuar. Se ve que él ya había llamado al comité de árbitros y decide suspenderlo. La Policía ya estaba en el campo», recuerda.
«Lo que no entiendo es cómo me cae a mí todo este marrón. Es la sanción más injusta del mundo. Tiene que haber sanción, pero no para mí. La Guardia Civil me preguntó si yo podía identificar a esa gente, pero yo les digo lo mismo que al árbitro: que no puedo, porque son del equipo visitante. Y el delegado de La Creu dice que algunos de los que están con los que insultaban eran de Museros, pero tampoco los pudo identificar», detalla García.
