El futbolista del Villarreal CF Rubén Semedo, en prisión provisional desde febrero acusado de retener, agredir y amenazar de muerte a un conocido en su chalé de Bétera por una deuda de 5.000 euros, fue trasladado ayer desde el centro penitenciario hasta los juzgados de València para enfrentarse a un juicio por otra causa pendiente por un delito leve de lesiones. La vista oral por el incidente ocurrido en una discoteca de la capital del Túria a finales de octubre, donde presuntamente el central portugués propinó un botellazo a un cliente, finalmente no se celebró ya que las partes llegaron a un acuerdo extrajudicial previo.

Aunque falta formalizar el acuerdo económico alcanzado en un escrito, el denunciante ya ha anunciado su intención de retirar la acusación formal y el Juzgado de Instrucción número 12 le ha dado un plazo de diez días para dar por zanjado el asunto. Días después de su detención por la Guardia Civil, otro juzgado ya archivó la otra causa que había contra el futbolista por los delitos de amenazas y maltrato.

Eso sí, pese a evitar los focos de las cámaras en el juicio previsto para ayer, Semedo todavía tiene pendiente la causa más grave que pesa sobre él, en la que se le imputan los delitos de homicidio en grado de tentativa, lesiones, amenazas, detención ilegal, tenencia ilícita de armas y robo con violencia. El letrado Jorge Albertini, encargado de la defensa del futbolista, explicó ayer a las puertas del juzgado que va a volver a solicitar la puesta en libertad de su cliente tras el pago de una fianza.

«Es un muchacho de 23 años, representante modélico de la selección portuguesa de fútbol y hay informes que acreditan que Rubén es una persona respetuosa y un profesional en toda regla», destacó su abogado, quien considera que los hechos que se le atribuyen son «infundados». Respecto al denunciante, Albertini argumentó: «Ha creado una historia fantástica y novelesca, pero... ¿Qué necesidad tiene mi cliente de atar a una persona, de golpearle y de robarle por 5.000 euros como si fuera un vulgar delincuente?».

Por su parte, Adelaida, madre de Semedo, no pudo contener la emoción e hizo un llamamiento para defender la inocencia de su hijo, al que ya han condenado todos «sin pruebas». «Fue víctima de una gran estafa», alegó.