Efe, Bruselas

Los líderes de la Unión Europea (UE) iniciaron ayer tarde su reunión de primavera en Bruselas con el propósito de analizar la situación económica y consensuar su posición de cara a la próxima cumbre del G-20 en Londres, aunque dejaron claro que por el momento descartan adoptar nuevas medidas de impulso fiscal, como pide Estados Unidos. La canciller alemana, Angela Merkel, cuyo país es la primera economía de la Unión, Subrayó ayer que, antes de acordar nuevas iniciativas, "hay que esperar a ver qué efecto han tenido las que hemos aprobado". El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, también rechazó que hagan falta más medidas de reactivación: "No estoy de acuerdo en contestar positivamente a la solicitud de EE UU de un segundo paquete". Desde la Comisión Europea, su presidente, José Manuel Durao Barroso, instó a los veintisiete países comunitarios a concentrarse en la aplicación de las iniciativas ya pactadas y decidir más adelante si hacen falta otras adicionales.

Por la mañana y antes del inicio de esta reunión tuvo lugar una llamada cumbre social. Las instituciones de la UE y los interlocutores sociales acercaron sus posturas para impulsar medidas concretas contra el desempleo en el marco de un encuentro tripartito en el que el presidente del Gjecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, reivindicó el valor del diálogo social para salir de la crisis e instó a la UE a dar prioridad ahora a las políticas de empleo y de protección social. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, añadió que la UE debe hacer "un esfuerzo mayor".