Ha llegado la hora de amortizar la inversión en grandes eventos y fijar nuevas prioridades de gasto que garanticen los planes de promoción turística en los mercados nacional e internacional y la formación de nuevos profesionales de calidad. Este es el mensaje que las principales organizaciones empresariales del sector turístico están lanzado a la consellera de Turismo, Lola Johnson, y a los responsables económicos del Consell, Enrique Verdeguer y José Manuel Vela.

Organizaciones hoteleras como Hosbec en Alicante o la Unión Hotelera de la provincia de Valencia, y asociaciones autonómicas de hostelería, como Conhostur, han activado y un debate interno en las comisiones de turismo de las patronales Confederación Empresarial Valenciana y Coepa o las Cámaras de Comercio para intentar convencer a la Generalitat de que tenga en cuenta sus opiniones a la hora de elaborar los presupuestos de 2012. Conscientes del fuerte recorte que viene y de la escasez de recursos, las organizaciones del sector del turismo consideran que ha llegado la hora de amortizar la inversión en grandes eventos. "Valoramos el esfuerzo que se ha hecho y la labor de proyección de la Comunitat Valenciana en un momento de bonanza, pero no podemos estar así eternamente. Si hay que recortar es importante que se mantengan los fondos para promoción y formación. Si después hay dinero para más cosas ya se verá", afirma el responsable de una de estas organizaciones.

Los agentes del sector tienen claramente identificadas las necesidades reales y el lugar donde poner el foco de los ajustes. Consideran que el gasto en eventos como la Volvo en Alicante o el Gran Premio de Fórmula 1 en Valencia debe dejar de ser prioritario si ello no garantiza el cumplimiento de los acuerdos de cofinanciación y "comarketing" suscritos con aerolíneas o turoperadores en los que también participa la agencia estatal Turespaña. A esto se suma además la exigencia de que afronten los compromisos de pago con empresas y patronales a través de subvenciones o fondos de formación, que en algunos casos acumulan más de un año de retraso. "Si para nosotros ya ha supuesto un hito lograr que la Generalitat destine el 0,5 % del presupuesto a un sector estratégico como el turismo lo que no puede ser es que bajemos de ese porcentaje", afirman las mismas fuentes.

Suprimir la feria TCV

La política de presencia en ferias es otra de las cuestiones sobre la mesa negociadora. El sector cree que Turismo debe concentrar los esfuerzos en campañas de promoción en mercados emisores consolidados, pero también en mercados emergentes como pueden ser Rusia, China o Estados Unidos. Así, no encuentran sentido, en un entorno de recortes presupuestarios, mantener el gasto de la feria de Turismo de la Comunitat Valenciana (TCV), que anualmente acogen los pabellones de Feria Valencia. "Lo que no puede ser es que la promoción interior vaya en detrimento de la exterior", afirman fuentes cualificadas del sector. Del mismo, se cuestiona un gasto excesivo en Fitur, la feria madrileña.

Fuentes de la Conselleria de Turismo han confirmado a Levante-EMV que el departamento está estudiando las demandas de las organizaciones empresariales, muy cohesionadas a la hora de exponer sus demandas. No obstante será complicado que haya recortes este año en Fitur porque el contrato de instalación del stand de la Comunitat Valenciana es bianual y tiene vigor hasta la feria de enero.

En la labor de interlocución entre el sector y Turismo no ha ayudado que se haya fusionado el departamento con Cultura y que además si titular Lola Johnson haya asumido además la portavocía. El sector turístico siente ahora que no recibe el reconocimiento ni la dedicación lograda tras años de reivindicación. La acumulación de tareas de Johnson, que no obstante ayer viajó a Polonia a participar en el Foro de Turismo Europeo, no es bien vista por el sector.

Cacsa estudia revisar el contrato

del Ocenogràfic

La Ciudad de las Artes y las Ciencias no va a ser una excepción dentro del plan de reestructuración del sector público que impulsa el ejecutivo de Alberto Fabra. La sociedad pública ha logrado en los últimos ejercicios equilibrar su cuenta de explotación gracias a los ingresos obtenidos por la venta de entradas y el alquiler de espacios. Las aportaciones de capital que periódicamente realiza la Generalitat se destinan fundamentalmente a amortiza deuda y Cacsa es una de las pocas empresas públicas que puede presumir de haber reducido su apalancamiento a largo plazo en los últimos años. Sin embargo, la empresa sufre de algunas duplicidades, sobre todo en labores y personal de administración, por los distintos elementos que la componen: Museo de las Ciencias, Hemisfèric, Umbracle y Oceanogràfic (el Palau de les Arts se gestiona a través de una fundación y depende de Cultura).

Precisamente en el caso del recinto oceanográfico, los responsables económicos de la Generalitat creen que pueden mejorar los retornos económicos. Cacsa firmó en 2002 un contrato de gestión con Parques Reunidos por un período de diez años por el que anualmente abona un canon de algo más de 1,5 millones de euros y un 25 % sobre los beneficios de explotación. Aunque la dirección del Oceanogràfic corresponde a Parques Reunidos, la empresa pública recibe todos los ingresos por venta de entradas y se hace cargo de la nómina de los más de 300 empleados y los gastos de mantenimiento. Cacsa quiere aprovechar el próximo vencimiento del contrato para iniciar un proceso de negociación y revisar el canon que recibe Parque Reunidos para tratar de mejorar su cuenta de explotación. El Oceanogràfic es el único elemento de la Ciudad de las Ciencias que da beneficios. v. r. valencia