Las grandes empresas de distribución se vieron afectadas en sus tareas logísticas por el parón del trasporte desde los polígonos industriales. Grandes industrias como la factoría Ford en Almussafes o Vossloh en Albuixech permanecieron cerradas. En el Polígono del Oliveral, en Riba-roja, donde firmas como Mercadona o Consum tienen sus centros de reparto, apenas hubo trasiego en la jornada de la huelga general. Las empresas de distribución han optado por reponer productos a lo largo de la semana en previsión del parón del 29-M. Los piquetes actuaron de forma pacífica desde la madrugada, aunque un grupo de sindicalista bloqueó el acceso al centro logístico de Mercadona sobre las tres de la mañana.

Las instalaciones de la empresa de Juan Roig permanecieron abiertas, aunque con escasa actividad. Los muelles de descarga de Consum, por contra, permanecieron cerrados durante todo el día. Lo mismo ocurrió en el complejo industrial del Grupo Heineken, donde más del 80 % de la plantilla secundó el paro y no salieron camiones de reparto. Un piquete informativo se apostó a la puerta desde las seis de la mañana. En el resto del Polígono del Oliveral muchas naves de empresas de tamaño medio permanecían abiertas. La dueña de uno de los bares reconocía que la afluencia de cliente había sido menor a media mañana. Por su parte decía compartir las razones de la huelga pero decidió abrir su negocio. «No me lo puedo permitir», confesó.

El paro general se notó también en las calles y empresas del polígono Fuente del Jarro de Paterna, el mayor recinto industrial de l´Horta. Los sindicatos aseguraron que el 80% de los trabajadores no acudió a su puesto laboral y provocó el cierre de las grandes empresas y una notable reducción de la actividad en las industrias. Algunos hosteleros, que sí que abrieron porque son autónomos y tienen que afrontar «muchos gastos», también coincidieron con este porcentaje.

La circulación de camiones y furgonetas de repartos fue una anécdota a lo largo del día. Los sindicalistas formaron dos grandes piquetes informativos, desde las 5.30 horas de la mañana, en los accesos por la principal entrada de Asepeyo y por la rotonda de la calle Bilbao. Los agentes de la Policía Nacional permitieron el paso de los vehículos, que fue muy lento debido a que los piquetes formaron un estrecho pasadizo en los pasos de peatones por el que solo cabía un coche, lo que provocó atascos en la carretera de la Canyada.

Durante la jornada no se produjeron incidentes destacables, salvo la quema de algunos neumáticos antes de las 8 de la mañana en el túnel de la calle Ontinyent y algún momento de tensión entre policías y sindicalistas por los cortes del tráfico.

La patronal no pudo precisar una cifra del cierre de empresas, pero constató que en muchas se trabajaba a puerta cerrada y que incluso otros había acordado con sus empleados empezar la jornada laboral más tarde para evitar a los piquetes.

En el polígono Mediterráneo de Albuixech se produjo ayer a las 10.30 horas un altercado entre la Guardia Civil y el piquete informativo situado frente a la empresa Vossloh. Según explicaron fuentes sindicales, los hechos sucedieron cuando un vehículo con dos empleadas de la firma intentó acceder a las instalaciones. El piquete rodeó al vehículo y los agentes de la Benemérita trataron de proteger a las empleadas. En un momento dado, dos de los guardias civiles fueron «arrollados», explicó ayer la delegada de Gobierno Paula Sánchez de León, y a continuación los agentes utilizaron las porras y los "sprays" de defensa contra los manifestantes. A los dos agentes «arrollados», los sindicatos añaden las heridas leves que sufrieron tres manifestantes.