Los clientes del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia, que han canjeado sus participaciones preferentes por acciones de la entidad cotizada perderían 625 euros de cada mil que invirtieron en este producto si vendieran sus títulos en este momento, en el que su cotización ha caído a 1,65 euros tras la dimisión de su presidente, Rodrigo Rato, y su nacionalización por el FROB la semana pasada. Como la gran mayoría de entidades financieras, BFA aprovechó las nuevas normas contables para convertir participaciones preferentes emitidas por las siete cajas que la integran -fundamentalmente, Bancaja y Caja Madrid- en acciones propias, una operación que le permitía computarlas como capital y, en consecuencia, le ayudaba a cumplir las exigencias de solvencia del Gobierno.

Las preferentes son títulos perpetuos, con su correspondiente remuneración, donde habían quedado atrapados muchos inversores a los que no se les informó de los riesgos que acarreaban, en especial la ausencia de liquidez en los mercados secundarios, lo que implicaba que, si tenían que vender, era con grandes pérdidas. El pasado 30 de marzo, BFA completó una operación de canje donde convirtió 1.155 millones de preferentes en acciones, si bien con algunas condiciones. En primer lugar, solo se abonó el 75 % de los títulos y se establecieron tres periodos para recibir el 25 % restante: 8,3 puntos si el propietario de las acciones no las vendía antes del 15 de junio, otros 8,3 si mantenía dos tercios el 14 de diciembre y los restantes 8,3 si seguía siendo dueño de un tercio el 14 de junio de 2013. El precio al que se canjearon las preferentes fue de 3,31 euros, un 14,1 % por encima del valor en Bolsa en aquel momento, que era de 2,90.

Así las cosas y tomando como referencia el cierre de ayer en el mercado bursátil de Bankia, las pérdidas para un inversor que se vea en la obligación de vender ya son cuantiosas. Tomando como base mil euros, el cliente afectado solo ha recibido acciones por valor de 750 (el 75 %), dado que los 250 restantes (25 %) no podrá empezar a percibirlos hasta junio (una tercera parte). Con esos 750 euros y dado que a las acciones se les dio un valor de 3,31, cada inversor recibió 277 títulos, que si vendiera al precio de ayer le habrían reportado 375 euros. La pérdida de valor es de otros 375, a los que hay que sumar los 250 que no cobraría por vender antes de hora. Es decir, los citados 625.

Bankia no pudo precisar cuántos clientes acudieron a la operación de canje, pero el presidente de la gestora Ética Family Office, Francisco Álvarez, aseguró a este diario que los inversores más perjudicados son aquellos que se ven en la obligación de vender las preferentes convertidas en acciones. Los que no, sin embargo, deben ser pacientes, porque el también exdirector general de la Bolsa de Valencia cree que, siempre que no se produzca un colapso financiero, habrán de pasar entre cuatro y cinco años antes de que el valor bursátil de Bankia se recupere.

En una situación si cabe más dramática se encuentran quienes invirtieron en una emisión de preferentes lanzada en 2009 por Caja Madrid por 3.000 millones y que no ha sido incluida en la mencionada operación de canje. Álvarez, al respecto, se muestra pesimista y duda de que Bankia facilite su conversión en acciones, porque las ayudas que va a recibir "debe dedicarlas a otras prioridades". No obstante, el ministerio de Economía aclaró la semana pasada que la nacionalización no les perjudicará y Bankia aseguró ayer que el nuevo equipo gestor se pronunciará al respecto.