La limitación de los sueldos y retribuciones que el Gobierno ha impuesto a las entidades financieras que han recibido ayudas públicas o han sido intervenidas por el Banco de España afecta de lleno a las cúpulas directivas de Bankia -ahora controlada por José Ignacio Goirigolzarri- y del Banco de Valencia, dirigida por el administrador del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) José Antonio Iturriaga.

Ayer entró en vigor de norma que limita los salarios a las entidades ayudadas, aunque con exenciones para los directivos cuyos firmas sean adquiridas o absorbidas por grupos solventes (es el caso de la Caja del Mediterráneo, ahora adjudicada al Banc Sabadell), lo que dejará el sueldo de Goirigolzarri en un máximo de 300.000 euros. Sin duda, esa cantidad contrasta con los 2,43 millones que percibió el expresidente Rodrigo Rato durante el ejercicio de 2011, es decir ocho veces más.

La entidad resultante de la fusión entre Bancaja, Caja Madrid y y otras cinco cajas, cuya matriz el Banco Financiero y de Ahorro (BFA) ha sido nacionalizado, también experimentará un notable ahorro en las retribuciones que destina a su cúpula. Las 27 personas que formaban parte del consejo de administración del BFA (empresarios, políticos y sindicalistas), quienes cobraron 12,2 millones de euros el año pasado, han quedado reducidos a cinco representantes, incluido su presidente ejecutivo, José Ignacio Goirigolzarri, nombrado por el FROB.

También el órgano de gobierno de Bankia -del que José Luis Olivas fue vicepresidente, con unas retribuciones de 693.000 euros- ha reducido su tamaño a la mitad, al pasar a diez representantes. Los consejeros de Bankia se embolsaron un total 6,5 millones de euros a pesar de que la entidad perdió 3.000 millones de euros en ese ejercicio y ha sido necesario aplicar una inyección de capital de 23.465 millones para sanear sus cuentas.

El salario máximo que puede recibir al año el presidente de BFA-Bankia de 300.000 euros es una cantidad cinco veces inferior a la que percibió el exconsejero delegado, el valenciano Francisco Verdú (1,57 millones), donde se incluían dietas, sueldos y aportaciones a sistemas de ahorro.

Administradores del FROB

Consejeros y directivos del Banco de Valencia se embolsaron el año pasado al menos 2,7 millones de euros en salarios y dietas y concentraron otros 2,2 millones de euros en derechos sobre planes de pensiones, según la información publicada por la propia entidad a instancias del Banco de España. En el conjunto del grupo Bancaja y Bankia Olivas -a la sazón expresidente del Banco de Valencia- ganó 1,6 millones de euros el año pasado. Esa cifra también se reducirá también a un máximo de 300.000 euros al ser una entidad nacionalizada, cuyo director general, José Antonio Iturriaga, ya ha percibido 165.000 euros en el primer semestre de 2012, según informó a la CNMV.

La entidad con sede en Pintor Sorolla cuenta con otros dos administradores del FROB y José Vicente Morata, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia. Este órgano de administración contaba con otro representante del FROB, José Manuel Oliver, ejecutivo que dimitió recientemente por discrepancias sobre la gestión actual en la entidad intervenida.