CaixaBank desveló ayer algunas de las grandes incógnitas pendientes de la operación de absorción del Banco de Valencia: el precio de canje de las acciones y cómo intentará fidelizar a los muchos clientes que, por un motivo u otro, han sufrido grandes pérdidas en el proceso de hundimiento de la entidad valenciana. La buena noticia es que 4.000 clientes que invirtieron en deuda subordinada van a poder recuperar su dinero, si bien deberán esperar hasta finales de 2014. Antes de formalizar la venta de su 98,9 % en el Banco de Valencia, el FROB determinó que los poseedores de bonos subordinados deberían sufrir una quita del 85 % para compensar, de alguna forma, el esfuerzo realizado por los contribuyentes para no liquidar la entidad. Se trata de una emisión de 100 millones de euros a 3.000 euros por título. La quita establecida por el FROB implicaba unas pérdidas generales de 85 millones y situaba el valor de cada bono en 450 euros.

Pues bien, el banco catalán, según informó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores tras la reunión de su consejo de administración, ha lanzado una oferta por la que comprará, por el importe nominal de los títulos tras la quita (450 euros), los bonos subordinados necesariamente convertibles en acciones de Banco de Valencia a los tenedores de estos títulos a fecha de 4 de abril de 2013. Con este dinero, se constituirá un depósito a plazo con una retribución del 1,25 % TAE. Posteriormente, CaixaBank realizará aportaciones periódicas de capital a este depósito para que, al vencimiento del mismo, en diciembre de 2014, los titulares de estos bonos recuperen el 100 % del nominal de su inversión inicial (los citados 3.000 euros por bono). Fuentes oficiales de la entidad catalana explicaron que esta decisión obedece a que esos 4.000 clientes no eran profesionales de la inversión. Por eso se les habría salvado, a diferencia de lo que sucederá con los que tenían participaciones preferentes, en su inmensa mayoría inversores institucionales, que sufrirán una quita del 90 %. No obstante, no hay que olvidar que entre los inversores en subordinadas se suelen encontrar los mejores clientes de una entidad financiera. A CaixaBank, le conviene hacer un gesto a los grandes ahorradores. De hecho, es la primera vez que un banco adopta una decisión de esta naturaleza en el actual proceso de reestructuración del sector.

La mala noticia de la reunión de ayer para los todavía 40.000 propietarios del banco valenciano procede del canje de acciones, dado que se confirman los peores pronósticos, que daban a los actuales títulos del Banco de Valencia -ese 1,1 % del capital en manos de minoritarios- un valor de medio céntimo (cotiza a un céntimo): en concreto, 0,00553 euros por acción. Después de restar los 2.235 millones en pérdidas del último ejercicio al capital social de 4.599 millones y sumar 309 millones por los híbridos, la valoración final del banco ha sido de 2.542 millones. En la valoración de CaixaBank se ha tenido en cuenta su valor de mercado según la cotización del jueves, que valora la entidad en 11.898 millones (2,650 euros por acción), "sensiblemente por debajo de la cotización media de los últimos meses", según informó la catalana en una nota. Esa valoración representa el 52 % de su valor teórico contable, que a 31 de diciembre ascendía a 22.705 millones (5,06 euros por acción). Si se hubiera utilizado el valor teórico-contable para fijar el tipo de canje, la relación hubiera sido de 1 acción de CaixaBank por 915 acciones de Banco de Valencia. No obstante, el asesor externo Rotschild determinó que el canje "justo" será de una acción de la catalana por cada 479 de la valenciana, en cualquier caso mucho menos ventajosa de la ecuación -1 por cada cien- que se especulaba hace unas semanas. La operación se efectuará mediante autocartera, por lo que no habrá ampliación de capital. Tras la fusión, los todavía accionistas del banco valenciano tendrán solo un 0,2 % del catalán.

La fusión por absorción tendrá que ser sometida a la aprobación de la junta de accionistas de Banco de Valencia el próximo junio. Está previsto que el proceso de integración concluya a finales de julio de este año.