Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El conflicto entre Ros Casares y Thyssen deja en el aire las factorías del Puig y Sagunt

El grupo familiar valenciano negocia la deuda con la multinacional germana y contempla la posible cesión de sus plantas siderúrgicas

Factoría del grupo siderúrgico en el Port de Sagunt. daniel tortajada

La junta general de accionistas de Thyssen Ros Casares S.A. mercantil constituida en 1990 por la familia Ros Casares y la multinacional germana ThyssenKrupp ha agrandado esta semana el conflicto interno entre los socios principales de la compañía al cesar tres consejeros alemanes que anunciaron su dimisión el pasado mes de noviembre (Wolfgang Born, Joachim Otto Jacob Limberg y Thilo Steffen Lutz). El presidente de Thyssen Ros Casares, Francisco Ros Casares patriarca del imperio valenciano asistió a una reunión donde se decidió aplazar hasta mayo una posible solución del conflicto interno, lo que parece poco probable, y decidir entonces el futuro de las instalaciones que poseen en el Puig y el Port de Sagunt.

En medio del amplio proceso de reestructuración y expedientes de regulación de empleo (ERE) que lleva la corporación Ros Casares en toda España incluye el cierre de fábricas en Avilés, Zaragoza y Padrón, así como la concentración de negocios logísticos y comerciales en Toledo, el futuro de la alianza con ThyssenKrupp pende de un hilo. Ros Casares exige a la mutinacional germana una indemnización de 25 millones de euros tras el reciente cierre de Galmed (la planta de galvanizado propiedad de ThyssenKrupp ubicada en el puerto de Sagunt) para compensarle por el cese de suministro de bobinas desde el ya desmantelado centro del Camp de Morvedre. Con todo, el gigante alemán del acero reclama a Ros Casares ahogado en serios problemas financieros el pago de unos 7 millones de euros, según fuentes próximas a la mercantil Thyssen Ros Casares, participada al 50 % por la familia valenciana y del grupo germano.

Antes del mes de mayo quiere llegar a una solución, que podría conllevar la cesión de las plantas a la multinacional germana. Las factorías del Puig y Sagunt emplean a un centenar de trabajadores entre ambas.

Recortes salariales

La sociedad conjunta de Ros Casares y ThyssenKrupp registró una cifra de negocio de 133,7 millones de euros durante 2012, ejercicio en el que declaró unas pérdidas de 555.838 euros en ese ejercicio. Esta industria suministra a sectores del automóvil, de línea blanca de electrodomésticos, muebles metálicos, aire acondicionado, construcción, electricidad y electrónica. La caída del consumo interno ha provocado un hundimiento de la demanda de acero, sobre todo en negocios relacionados con la construcción, si bien se mantiene en el automóvil por el tirón de las exportaciones de la fábricas de la automoción y sus industrias auxiliares.

La dirección y el comité de empresa, ante la caída de actividad en el mercado, pactaron un ERE de reducción de jornada en 2013, aunque finalmente no fue aplicado. No obstante, la empresa rebajó un 15 % los salarios a la plantilla, un porcentaje que en 2014 se ha situado en el 10 %.

La expansión de Thyssen Ros Casares ha sido constante desde hace casi dos décadas, cuando absorbió, en 1995, la mercantil Servicios Siderúrgicos de Corte y Aplanado S.A. (Sersider) perteneciente a F. Ros Casares y situada también en Puerto de Sagunt. De esta unión se constituyó la actual Thyssen Ros Casares S.A., que ha crecido paralelamente al enorme crecimiento experimentado por sus grupos matrices: ThyssenKrupp y el propio grupo Ros Casares.

Compartir el artículo

stats