El Grupo Ros Casares ha ofrecido a sus acreedores capitalizar un parte de la deuda y devolver el 55 % restante para aliviar su pasivo de 250 millones de euros. La propuesta anticipada de convenio de acreedores presentada en el proceso concursal se basa en un plan de negocio que prevé márgenes brutos del 14,5 % y Ebitda del 7 % sobre la facturación con unas ventas similares a los de los años de crisis. Con esos números Ros Casares habrá retornado el 50 % de la deuda no capitalizada en 2020 y el 100 % en 2024, cuando el valor de la compañía se habría multiplicado hasta por cuatro.

La propuesta pasa por el mantenimiento de 425 empleos en las distintas sociedades del grupo, con un impacto de otros 350 empleos indirectos que pueden elevarse a 1.000 en 2020. Ros Casares defiende además que apostar por la continuidad de la compañía tendría un efecto positivo para las arcas públicas de 218 millones en tributos y cotizaciones. La familia Ros, con su director general Francisco Ros García al frente, está dispuesta a perder el control sobre la mayoría del capital social.