Las crisis ha dificultado a los jóvenes encontrar y mantener una ocupación, si bien la formación ha favorecido el acceso al empleo y, sobre todo, ha protegido a estos profesionales frente a la probabilidad de pérdida de esos puestos laborales. Con todo, el emprendimiento sigue siendo una asignatura pendientes, pues se ha reducido en estos últimos años y es demasiado escasa (tan sólo el 6,5 % de la población activa), lo que supone un tercio menos que la media europea y la mitad que la de Estados Unidos. Mientras tanto, el trabajo a tiempo parcial ha sido muy importante durante la crisis para los jóvenes, ya que representa el 58 % del empleo para los menores de 20 años. Ese índice duplica al existente hace dos décadas en España. j. l. z. valencia