La próxima década mejorará las perspectivas laborales de los jóvenes españoles debido al amplio relevo generacional y la creación de empleo si el crecimiento económico se consolida, tal como auguran las perspectivas de evolución del Producto Interior Bruto (PIB). Ahora bien, no todos tendrán las mismas oportunidades de trabajo, pues el mercado laboral dejará fuera a los jóvenes con formación baja y concentrará las oportunidades en los más cualificados. Estas son algunas de las conclusiones que recoge el informe La formación y el empleo de los jóvenes españoles. Trayectoria reciente y escenarios futuros, elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).

Los autores del estudio, los profesores de la Universitat de València e investigadores del IVIE Lorenzo Serrano y Ángel Soler, sostienen que «los efectos de la crisis han complicado la situación de los jóvenes por tercera vez en cuarenta años», ya que las tasas de paro superan al 30 % de la población activa. Con todo, indican que la «formación ha servido para amortiguar el impacto» de la citada recesión. El documento vaticina que el 60 % del empleo neto creado sea para los puestos de trabajo que exigen mayor cualificación. Es el caso de directores y gerentes, técnicos y profesionales, científicos e intelectuales, así como técnicos y profesionales de apoyo. Y resaltan que esos siete de cada diez empleos cualificados se producirán «a pesar de que los ajustes derivados del control del déficit público pueden afectar al empleo de profesionales de la sanidad y la educación».

Exclusión social

Sin embargo, las opciones para los niveles educativos inferiores serán casi inexistentes, con tan solo el 2% del total. También preocupa especialmente la situación de los jóvenes bautizados como «ni-nis», que podrían estar en riesgo de ser excluidos del mercado laboral y quedarse «en un tipo de trampa permanente», según Serrano.

Entre las ocupaciones que más aumentarán sus ofertas laborales, destacan los directores y gerentes, técnicos y científicos, con un crecimiento medio anual de hasta 779.000 empleos. Y se esperan aumentos netos en los empleos administrativos (145.000), especialmente los orientados al trato con clientes (con un incremento de 395.000), mientras los administrativos descenderán (-250.000) debido a la creciente automatización de esas tareas. Respecto a los sectores, se prevé una« terciarización» adicional del empleo, con un peso mayor de los servicios privados. «La evolución de la industria y la construcción estará más condicionada por la situación cíclica, mientras que, previsiblemente, continuará la tendencia a la reducción del empleo del sector primario y público», indica el estudio del IVIE y la Fundación BBVA.

En sanidad y educación, las previsiones de empleo son negativas, si bien estas perspectivas se corresponden con un escenario de graves dificultades financieras de las administraciones públicas, por lo que la situación podría cambiar sustancialmente de cara a 2025 sin mejoran las arcas de estas instituciones.