Centenares de miles de valencianos tienen un contrato hipotecario con cláusula suelo, es decir con una tasa de interés mínimo que no desciende aunque, como sucede en la actualidad, el euríbor, que es el tipo de referencia en estos casos, esté próximo a cero. El resultado es que están pagando mucho más de lo que lo harían si no tuvieran esa cláusula. En concreto, unos 2.500 euros de media al año, según los cálculos de la asociación de usuarios de banca Ausbanc en la Comunitat Valenciana, cuyo presidente, Pedro Pérez, anima a los afectados a reclamar la devolución de esos dineros. Según sus cálculos, la cantidad a recuperar alcanza los 10.000 euros de media.
El Tribunal Supremo anuló en mayo de 2013 las cláusulas suelo aplicadas por tres entidades: el BBVA, Cajamar y y el gallego NCG Banco. Las consideró abusivas por falta de transparencia y las empresas deberán devolver lo cobrado a partir de la fecha de la sentencia. BBVA y Cajamar, esta última cabecera de un grupo en el que están integradas dos docenas de rurales valencianas, han suprimido esta figura. Desde entonces, tal como explica Pérez, la Audiencia Provincial de Valencia está dando la razón al cliente de cualquier entidad en todos los recursos sobre los que se ha pronunciado, aunque el juzgado de primera instancia fallara a favor de la entidad financiera.
El dirigente de Ausbanc asegura que un tercio de las hipotecas en España tiene cláusula suelo. El porcentaje lo reduce al 25 % en la Comunitat Valenciana, dado que Bancaja y la CAM, predominantes en este territorio hasta su desaparición, no las aplicaban. La organización no dispone de datos concretos sobre el número de afectados, pero sus estimaciones apuntan a que en la Comunitat Valenciana hay más de 50.000, la mayoría de los cuales no ha reclamado. «Muchos de ellos no son conscientes de que tienen un contrato por el que pagan un interés mínimo del 3,5 % y hasta del 4,5 %, cuando el euríbor está en el 0,2 %, con lo que, si no tuvieran esa cláusula, estarían pagando mucho menos», asegura Pérez, quien detalla que en una hipoteca de 140.000 euros el sobrecoste es de 220 euros al mes, mientras que en una de 300.000, de más de 300. Estas cláusulas empezaron a aplicarse a partir de 2009, que fue cuando el euríbor inicia su descenso en picado y se sitúa por debajo de ese interés «fijo» contemplado en tantos contratos por la compra de una vivienda. «Desde entonces, muchos afectados han pagado de más, una media de 10.000 euros por contrato, y ese dinero es recuperable al 100 %», según Pérez.
Ausbanc, que inauguró en marzo su nueva delegación en Valencia, cifra en más de trescientas „un 25 % más„ las reclamaciones que ha presentado en la provincia de Valencia en el primer trimestre del año en representación de usuarios afectados por prácticas bancarias abusivas de todo tipo. Una vez ya pasado el vendaval por las preferentes de Bankia, la principal causa de las acciones judiciales emprendidas a través de Ausbanc derivan de la salida a Bolsa de la entidad cofundada por Bancaja. En concreto, una de cada tres, es decir, más de cien. La previsión es que esa cifra se dispare en los próximos meses, después de que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, instructor de la causa, haya impuesto una fianza de 800 millones a la entidad y a cuatro de sus antiguos máximos responsables al entender, como concluyeron los peritos, que el banco no reflejaba una imagen fiel de sus cuentas al salir a Bolsa en julio de 2011.
