El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, anunció ayer la puesta en marcha en diciembre de un plan para reducir costes que soportan las navieras cuyos barcos escalan en el recinto del Grao y que abonarán, a partir de 2017, hasta un 15 % menos en tasas y tarifas. El máximo responsable de la APV, quien participó en un acto de Fórum Europa. Tribuna Mediterránea, ha mantenido reuniones durante estos últimos meses con diversos colectivos que prestan servicios en los muelles y aseguró que la reducción de la tarifa de buques será del 14 %, mientras que las de remolque y amarre, disminuirán en un 15 %.

A vueltas con el conflictos de la estiba, todavía sin convenio colectivo y pendiente de aplicar la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Martínez, abogó por un acuerdo entre estibadores y empresas para solucionar un problema que el pasado verano provocó el desvío de 80.000 a otras instalaciones, lo que supone entre casi el 2 % del tráfico total del puerto. Martínez comentó que la incertidumbre que genera la estiba (representa el 60 % de los costes de escala de los boques) frena la entrada de posibles inversores y operadores en el proceso de ampliación del puerto de Valencia. Respecto al acceso norte, el mandatario de la APV comentó el futuro del puerto de Valencia pasa por Sagunt porque «ya no caben más ampliaciones y para que Sagunt sea competitivo tiene que estar conectado con Valencia».

En ese sentido abogó por buscar una solución «más cara pero menos agresiva» como pudiera ser la construcción de un túnel, tras el puente de Alboraia. «Si hacemos la ampliación norte en el puerto habrá unos 10.000 camiones al día de entrada y salida [en la actualidad hay 5.000 vehículos], y si todos ellos acceden por la misma puerta vamos a tener graves problemas» de gestión de los tráficos, resaltó.

Ante la falta de financiación pública para infraestructuras que necesita el puerto Martínez indicó que no hay más remedio que pagarlas; como por ejemplo el acceso ferroviario al puerto de Sagunt, una infraestructura con un coste de 31 millones de euros de los que 20 son sufragados por la Autoridad Portuaria de Valencia y el resto, con fondos del Gobierno central.

«Sería mejor pagar a Montoro»

Martínez advirtió del proceso de desaceleración en el ritmo de crecimiento mundial del comercio y apuntó que la estrategia de la APV pasa por mantener Extremo Oriente como mercado prioritario, así como el Mediterráneo Oriental, área del Mar Negro, África y América del Norte. En el mercado doméstico apostó por mantener se como «puerto de Madrid», así como por Zaragoza y el eje Cantábrico. La APV tiene previsto aprobar durante 2017 el pliego del concurso para poder construir la nueva terminal de cruceros. «Barcelona está congestionada y Valencia tiene mucho que ofrecer a este tipo de turismo», puntualizó.

En presencia del presidente Ximo Puig y otras autoridades Martínez reclamó más autonomía para el puerto y aseguró que «saldría más a cuenta pagar tributos a Montoro [ministro de Hacienda] que fondos de compensación a Puertos del Estado».