El Gobierno de España confirmó ayer que a partir del 1 de enero de 2017 se ampliará de dos a cuatro semanas el permiso de paternidad en casos de nacimiento, adopción o acogida, seis años después del día que fijó la ley de 2009 que lo reguló.

En la rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros, el portavoz Íñigo Méndez de Vigo anunció esa fecha de inicio de la ampliación del permiso de paternidad, que se enmarca en las medidas acordadas por el Gobierno para conciliar la vida profesional y personal.

Méndez de Vigo recordó que esta decisión fue explicada por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ante la Comisión de Empleo del Parlamento el pasado 12 de diciembre, junto a otras medidas que prepara el Gobierno para fomentar la conciliación, como el fin de la jornada laboral a las 18.00 horas.

Esta ampliación del permiso de paternidad se ha ido aplazando año a año tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, desde que en 2009 se aprobara la ley que aumentaba a cuatro semanas el permiso de paternidad a partir del 1 de enero de 2011. Varias iniciativas del Congreso y del Senado han reclamado al Gobierno que no siguiera demorando más esta ampliación a las cuatro semanas.

La Plataforma por los Permisos Iguales e Intransferibles por Nacimiento y Adopción (PPIINA) afirma que la ampliación a un mes del permiso de paternidad que están negociando el Gobierno y Ciudadanos en el marco de los Presupuestos Generales del Estado «es insuficiente» y está «mal diseñada».

En un comunicado, la organización se refiere a esta medida que según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social aún está bajo negociación y según Ciudadanos será una realidad el 1 de enero de 2017. Consiste en levantar la moratoria impuesta sobre la ampliación a un mes del permiso de paternidad que se aprobó con la Ley de Igualdad y que debería haber entrado en vigor, como tarde, en enero de 2013.

Para la PIINA, esta ampliación es por principio una «inaceptable desigualdad de derechos» porque «a lo sumo los padres podrían disponer de 4 semanas para cuidar a sus bebés, la cuarta parte de las 16 que dura el permiso de maternidad» cuando ambas licencias deberían ser exactamente iguales e intransferibles.

Permiso ininterrumpido

En su opinión, si la Ley de Igualdad se aplica tal y como fue redactada, tendrá «un efecto negativo» porque «obliga a que las cuatro semanas sean ininterrumpidas», de modo que los padres no podrán utilizar la dos semanas que se van a añadir a sus actuales 15 días de permiso más adelante, cuando la madre acabe su baja y se incorpore a trabajar.

«Así, no se permitiría a las parejas turnarse para extender el tiempo del cuidado; no se concedería a los padres la opción de quedarse a cargo del bebé; y no se aliviaría la presión sobre las madres para que prolonguen su permiso de maternidad con excedencias o reducciones de jornada que les penalizarán en el empleo», explica la plataforma.