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Cooperativa

La última cooperativa obrera valenciana echa el cierre en Buñol

La sociedad gestionada por los trabajadores de la cementera cae tras la falta de apoyo de Cemex

La última cooperativa obrera valenciana echa el cierre en Buñol

La última cooperativa industrial valenciana se ha visto obligada a echar el cierre tras no poder hacer frente a sus deudas. La Cooperativa Valenciana de Consumo de Productores de Cemento se ha declarado en suspensión de pagos como paso previo a la liquidación. La sociedad, que tenía por objeto el comercio al por menor de productos de alimentación, pertenecía a los trabajadores de la cementera de Buñol y ha caído por la competencia de las grandes cadenas de distribución y tras la falta de apoyo de Cemex, que hasta hace unos años le proporcionaba una subvención anual de 12.500 euros y le cedía uno de los dos locales que gestionaba la cooperativa. La firma, cuyos orígenes se remontan a antes de la Guerra Civil, tenía abiertos dos economatos en Buñol.

La cooperativa montó su primer economato con todo tipo de productos a precio de mayorista en un local cedido por la cementera. Durante años fue rentable y los trabajadores con los beneficios montaron un segundo economato en Buñol. La compañía comenzó a tener problemas hace cinco años después de que Cemex, según explicó un portavoz de CC OO, cortara una subvención anual de 12.500 euros. Además, los trabajadores terminaron perdiendo el uso de las instalaciones en la cementera donde tenían el primer economato.

La sociedad tenía seis trabajadores, pero los gestores han decidido acogerse al concurso de acreedores para no agravar más la situación de la compañía y no incurrir en algún tipo de responsabilidad.

Según recogen las últimas cuentas de la sociedad depositadas en el Registro Mercantil, la cooperativa facturó en 2013 1.106.137 euros y sufrió unas pérdidas de 23.310 euros. Los activos de la compañía estaban valorados en esos momentos en 559.665 euros. El informe de gestión de la compañía ya advertía en 2013 que la situación económica y financiera de la cooperativa era muy comprometida. «Las perspectivas de futuro de la cooperativa son poco alentadoras, pero el futuro siempre conlleva un elevado grado de incertidumbre. La crisis y el notable aumento de la competencia como consecuencia de la apertura de un Mercadona en la población en 2006, agravó la situación de la entidad, no habiendo generado prácticamente beneficios en los últimos ejercicios», apunta el informe.

Un franquiciado de Consum, según explicó CC OO, está interesado en el local que tenía en propiedad la cooperativa con la finalidad de retomar la actividad y rescatar los puestos de trabajo que se han perdido con el cierre de el economato que quedaba abierto. El juzgado ha nombrado como administradora concursal a Concepción Fuertes Alegre.

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