Si los empresarios valencianos no ven posible la salvación de la patronal autonómica Cierval y desean impulsar una fórmula alternativa, Coepa está dispuesta a sumarse al proyecto. Eso sí, con las mismas condiciones que hasta ahora exigía para aceptar la reforma de los estatutos de la anterior. Es decir, que las empresas y asociaciones sectoriales que se inscriban en la autonómica deban estar también adscritas a la patronal provincial para evitar una fuga de socios que la deje sin ingresos; y mantener la potestad de designar a los representantes empresariales en aquellos organismos de carácter provincial o local, como los consejos de las universidades o los consejos sociales municipales.

Así lo señaló ayer el presidente de Coepa, Francisco Gómez, después de que se hicieran públicos los planes de la patronal provincial de Valencia, la CEV, para transformarse en autonómica tras dejar caer a Cierval, actualmente en situación de preconcurso de acreedores. De esta forma, los valencianos quieren evitar convertirse en los paganos de las deudas que acumula la patronal autonómica actual ya que son los únicos con músculo suficiente para afrontar algún desembolso de importancia, ante los problemas económicos y judiciales que acumula la patronal de Castelló y la falta de recursos de Alicante, que acaba de salir del concurso de acreedores.

Al respecto, lo que también tienen claro en Coepa es que no van a pagar los 150.000 euros que le exigen los valencianos como condición «sine qua non» para intentar el rescate de Cierval y que corresponden a subvenciones que hay que devolver a la Generalitat. Desde Alicante insisten en que se trata de una deuda de la patronal autonómica, aunque fueran las provinciales las que ejecutaran los programas. Esa deuda con el Consell supera los 600.000 euros y afecta también a la CEV, que los tiene provisionados, y a la castellonense CEC. Debe abonarse el 27 de febrero. Si Coepa y CEC no pagan, la CEV iniciará su conversión en autonómica.