El Gobierno tumbó ayer un posible acuerdo tripartito entre la patronal de las empresas estibadoras, los sindicatos y la propia administración al no aceptar el pacto alcanzado entre Anesco y los representantes de los trabajadores. Al término del encuentro celebrado ayer en Madrid, la organización que representa a las sociedades de la estiba en los puertos españoles, que cuentan con una plantilla de 6.100 empleados fijos (unos 1.500 en el recinto de València), l

Este pacto, según Anesco, «recoge cuestiones positivas para el sector en relación con las medidas organizativas y productivas, así como respecto a las garantías en la continuidad en el empleo de los actuales trabajadores». A la vista de la situación, los empresarios esperan que esta situación generada desde ayer, «pueda ser reconducida a la mayor brevedad posible por el Gobierno».

La posición de Fomento contrasta con la voluntad del Gobierno de estas últimas semanas, que ha confiado en que un acuerdo entre las partes permita levantar el bloqueo político que provocó el histórico rechazo del Congreso al primer Decreto Ley con el que pretendía reestructurar la estiba tras la exigencia de la UE, bajo la amenza de una multa, de liberalizar e sector y evitar monopolios

El Gobierno presentó presentar en la mesa de negociación una propuesta de acuerdo que plantea la subrogación como nuevos empleadores de los estibadores. También ofreció ayudas públicas para abordar posibles excedentes de personal mediante un plan de prejubilaciones voluntarias a partir de 50 años y con el 70% del salario. Sin embargo, Coordinadora de Trabajadores del Mar (sindicato mayoritario), CC OO, UGT, CIG y USO exigen disponer con rango de ley la subrogación de los trabajadores. Y reclaman prejubilaciones, pero con el 80% del salario y siempre con un mínimo de tres veces el salario mínimo interprofesional.