El rescate de la CAM podría resultar finalmente algo más barato de lo calculado hasta la fecha, gracias a la mejora del sector inmobiliario. En concreto, el aumento de la demanda de suelo y la subida de los precios que se empieza a vislumbrar en muchas zonas han llevado a que, por primera vez, el Fondo de Garantía de Depósitos haya rebajado su previsión de pérdidas por el Esquema de Protección de Activos (EPA) que en su día se concedió al Sabadell para ayudarle a digerir el ladrillo tóxico de la extinta caja alicantina. Todo un cambio de tendencia, ya que hasta ahora año tras año este organismo siempre había elevado su estimación sobre el agujero que dejó la ruinosa gestión de los responsables de la entidad.

Como se recordará, además de la inyección inicial de 5.249 millones para recapitalizar la entidad, el Gobierno concedió al Sabadell un esquema de protección para cubrir la mayoría de las pérdidas ocasionadas por la morosidad de los créditos a promotores y los inmuebles y terrenos que la caja tuvo que asumir por los impagos de sus clientes. En total, una cartera que sumaba inicialmente 24.644 millones.

Según lo establecido, una vez consumidas las provisiones que la propia CAM tenía en balance -que ascendían a 3.882 millones en el momento de la intervención de la entidad-, el resto de los números rojos deberán ser absorbidos en un 20 % por el banco catalán y el restante 80 % correrá a cargo del Fondo. Inicialmente, el Fondo calculó que sólo se perderían 5.557 millones de ese total de 24.644. Sin embago, cada ejercicio ha ido revisando esta cifra en base a las estimaciones sobre el valor de los activos que realiza a final de cada año un grupo de expertos independientes. De esta forma, al cierre de 2015 ya daba por perdidos 11.701 millones de euros.

Pero la recuperación del mercado inmobiliario y, sobre todo, la puesta en marcha de nuevas promociones ha provocado que la demanda de suelo se reactive y, en consecuencia, que los numerosos terrenos y solares que tenía adjudicados la caja o que constaban como garantía de muchos préstamos hayan frenado su depreciación y empiecen a revalorizarse. En consecuencia, en su informe anual el FGD rebaja ligeramente las pérdidas previstas sobre la catera cubierta por el EPA hasta los 11.272 millones, es decir, 429 millones menos, de los que el Fondo debería sufragar 5.911 millones.