El Consell aprobó ayer el presupuesto de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) para el ejercicio 2017 por un importe de 28 millones de euros. La Memoria Económica de la agencia recoge el cálculo de un incremento presupuestario paulatino para cuatro años, de modo que en 2020 la previsión es que se alcanzarán los 150 millones, cifra que ya se mantendrá en el futuro, según informó el Consell. El 85 % del presupuesto se destinará a transferencias e inversiones del Sistema Valenciano de la Innovación a las diferentes instituciones que lo componen y el resto, a financiar la estructura de la agencia.

Por otra parte, el Consell aprobó también el Reglamento de Organización y Funcionamiento de la Agencia Valenciana de la Innovación, cuya sede institucional estará en Alicante y habrá una sede operativa en València.

Los órganos de la Agencia Valenciana de la Innovación, cuyo vicepresidente es Andrés García Reche, son el Consejo de Dirección, el Consejo Valenciano de la Innovación, la presidencia, la vicepresidencia ejecutiva y la secretaría general. En el nombramiento de los órganos se deberá tender a la representación paritaria de hombres y mujeres.

Al Consejo de Dirección, órgano de gobierno de la Agencia en el que se encuentran representados los principales componentes del Sistema Valenciano de la Innovación (Generalitat, universidades, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Red de Institutos Tecnológicos, organizaciones empresariales y sindicales más representativas), la ley le otorga la facultad de aprobar determinados expedientes.

En concreto, este reglamento señala que será el responsable de la aprobación de los expedientes de subvención en los que la cuantía de la ayuda de la AVI supere los 500.000 euros, además de los que el propio consejo, con informe motivado, determine que tienen carácter estratégico.

Aportaciones

Una de las aportaciones que recoge el reglamento de la agencia es la posibilidad de crear grupos y comités de estrategia para la innovación, de los que podrán formar parte tanto miembros del Consejo de la Innovación como personas expertas externas independientes, que elaborarán dictámenes, informes, propuestas e incluso tareas de evaluación en convocatorias, tomando como modelo los mecanismos de participación en el ámbito de la Unión Europea.