El análisis de la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre del presente año se deduce que los datos suministrados son positivos. Así, desde el comienzo de la actual legislatura, se han creado casi 100.000 empleos y reducido el desempleo en más de 106.000 personas. Sin embargo, hay otros datos que invitan menos al optimismo. Todavía quedan cuestiones pendientes que es urgente solucionar. Es cierto que se ha hecho bastante pero aún es insuficiente. Hoy España registra la tasa de paro más elevada de la UE (17,2 %), tras Grecia, lo que representa más del doble de la UE (7,7 %). Pero siendo éste un dato negativo aún lo es mucho más el dato de la Comunitat (1,4 puntos porcentuales superior a España).

Y la situación se agrava si analizamos la tasa de desempleo juvenil que en la C. Valenciana se sitúa en el 42,5 %, frente al 39,5 % en España (más del doble de la UE).

La recuperación económica no está beneficiando a todos por igual. La tasa de paro femenina en la Comunitat es 5,6 puntos porcentuales superior a la de los hombres. En este caso también es superior a la media de España y dobla a la UE. Una cuestión pendiente y muy preocupante es la excesiva temporalidad en el empleo (2,3 puntos porcentuales superior a España). La tasa de temporalidad representa el 29,1% frente al 26,8 % de España. Son datos muy por encima de de la UE (14%).

Como consecuencia de los descensos de la población activa (un problema que influye en el PIB y en la tasa de empleo) la tasa de empleo de la Comunitat (47,8 %) es inferior a España (48,7 %). Es deseable incrementar la tasa de participación en el empleo para poder seguir financiando nuestro Estado de Bienestar. Y hay que tener en cuenta que la recaudación de las pensiones está relacionada con el número de cotizantes a la Seguridad Social.

Es esencial proteger la empleabilidad de los colectivos más vulnerables. Ello, supone movilizar el conjunto de políticas activas. Según Euroestat, aquellas intervenciones que permiten un funcionamiento eficaz del mercado de trabajo pero distintas de las intervenciones generalistas de las políticas de empleo, es decir, actuando de manera selectiva en favor de grupos específicos, como por ejemplo, parados de larga duración (54,2 % en la Comunitat).

Además, implantando políticas que mejoren la inserción laboral de las mujeres, así como una ley que proteja la igualdad salarial y medidas de conciliación. La eficacia de estas medidas dependerá de diversos factores: del diagnóstico sobre la situación económica, de la eficacia de los dispositivos en favor del empleo, de la coherencia de las políticas y actuaciones en materia de empleo y de formación profesional que es indispensable para garantizar itinerarios profesionales y, finalmente, las disponibilidades financieras, como asimismo, el incremento de recursos y medios humanos especializados en el Servef.

Todo ello, debe de ir acompañado de una mejor coordinación entre todos los actores públicos del empleo (Servef, Servicio Público de Empleo Estatal, Administración educativa, Administraciones Locales y agentes socioeconómicos). Recientemente el Presidente de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig, manifestaba: toda gestión es mejorable, y más cuando se trata ejecutar el conjunto de las políticas activas que desarrollan los principios constitucionales tendentes a conseguir el pleno empleo, garantizar la formación y adecuación profesional