La constructora valenciana Pavasal ha aumentado un 10 % su facturación y casi ha doblado sus beneficios a pesar del parón de obra pública. La compañía ha mejorado sensiblemente sus resultados tras incrementar su esfuerzo en la optimización de recursos por la crisis. La firma, según recogen las cuentas de 2016, facturó 121 millones frente a 110 millones en 2015.

La memoria que la constructora acaba de depositar en el Registro Mercantil incide en que durante el año 2016 la sociedad incrementó sensiblemente su cifra de negocio respecto al año 2015 mientras que el resultado también mejora con respecto al ejercicio anterior.

Las cuentas reflejan que la compañía obtuvo el año pasado unos beneficios de 7.296.337 euros frente a 4.454.937 del año anterior. La empresa que desde el 11 de octubre preside Alfredo Quesada tiene una cartera de negocio focalizada sobre todo en la Comunitat Valenciana y en el sector público.

El informe de gestión de la compañía de los Quseda destaca que la economía española y muy especialmente el sector constructor en el cual desarrolla su actividad la sociedad lleva unos años de crisis continuada, lo que ha supuesto «un aumento de los esfuerzos en la optimización de los recursos y mejora de procesos de cara a afrontar el futuro con éxito».

Pavasal precisa que ha obtenido una rentabilidad sobre las ventas del ejercicio del 6 %. La rentabilidad financiera ha sido del 4,8 y la económica se ha situado en el 3,24 %. El ratio de enduedamiento está en niveles similares a los de ejercicios anteriores.

La compañía asegura en su memoria que estos datos suponen mantener la trayectoria seguida por la sociedad en ejercicios precedentes para contar «con una estructura sólida de cara a acometer nuevos proyectos y mantener los principales parámetros en niveles razonables».

La plantilla media de la compañía ha disminuido ligeramente al pasar de 573 trabajadores en 2015 a 567 en 2016.