El experto Ricardo González de la Clínica Dual de Valencia explica de forma detallada todo lo que someterse una operación como una rinoplastia conlleva. Desde el punto de vista de la cirugía estética, la finalidad de la Rinoplastia consiste en remodelar las zonas de nuestra nariz (rebajar el dorso, afinar o levantar la punta, estrechar el ancho, etc.) para armonizarla con el resto de nuestras facciones.

Pero, además, la Rinoplastia tiene como misión mejorar la función respiratoria, resolviendo cualquier obstrucción en la nariz que la dificulte (tabique desviado, cornetes grandes, etc.) y mejorando la salud y calidad de vida al mejorar o eliminar problemas como los ronquidos, la apnea de sueño, etc.

Esta intervención es la que más experiencia, formación, recursos técnicos, habilidad y gusto requiere dentro de la cirugía plástica, por lo que es fundamental contar con un cirujano que cumpla estos requisitos.

La forma de la nariz es, en general, de carácter hereditario, pero puede sufrir alteraciones debido a lesiones o a intervenciones quirúrgicas anteriores. A veces la desviación de una nariz comienza en el mismo momento del nacimiento, al pasar el bebé por el llamado “canal del parto”. Esta fuerte fricción de la nariz del bebé contra el interior del hueso del sacro o pubis de la madre (según como venga el parto) inicia lo que, en la etapa del desarrollo de la pubertad, se convertirá en una desviación del tabique y, por tanto, a veces de toda la nariz. Esta, además, es la causa más típica de dificultad respiratoria. Hay otras, como la hipertrofia de los tejidos en los conductos respiratorios, la punta de la nariz caída, adherencias entre las paredes de las fosas nasales, etc.

La alteración de la forma de la nariz puede producir a su vez alteraciones psicológicas que nos impiden ser nosotros mismos, bien por no alcanzar nuestra imagen idealizada, bien por una deformidad evidente que menoscaba nuestra autoconfianza.

La Rinoplastia nos permite ajustar el tamaño general de la nariz respecto al conjunto de los rasgos faciales: su anchura y perfil, el tamaño y ángulo de la punta, el tamaño de las fosas nasales, y las asimetrías y desviaciones nasales.

Corregir la forma de la nariz cambia de manera importante la fisonomía de la persona. Por eso es necesario un diálogo previo con el cirujano para comprobar cuáles son las espectativas del paciente, su grado de realismo y las correcciones a realizar para alcanzarlas.

Señalar que, salvo que el motivo principal de la intervención sea corregir un problema de salud, no se aconseja realizarla en mujeres menores de 16 años u hombres menores de 18 pues a esas edades los huesos de la nariz todavía están en desarrollo.

EN QUÉ CONSISTE LA INTERVENCIÓN DE NARIZ

Normalmente consiste en modificar los rasgos de la nariz según lo acordado en la consulta previa, realzando la belleza del paciente sin cambiar su aspecto o expresividad, y siempre sin que parezca “operada” la nariz.

La operación de Rinoplastia suele realizarse con anestesia general o, en casos menores, con anestesia local y sedación. El cirujano puede intervenir a través de las fosas nasales o con una mínima incisión en la columela nasal. En ambos casos, las cicatrices son prácticamente invisibles. Tras la intervención suele ser necesario permanecer en la clínica de 6 a 8 horas antes de ser dado de alta en el mismo día, o pasar una noche de ingreso si no se vive en la ciudad.

El paciente, al terminar la operación, se despierta con unos tapones en las fosas nasales y unos pequeños tubos que le permiten una respiración suave y relajada. Estos tapones se mantendrán dos o tres días si no se ha modificado el tabique, y cuatro o cinco en caso contrario. Además, llevará una férula termoplástica de cinco a siete días.

Sorprendentemente, la rinoplastia es una intervención prácticamente indolora: no suelen necesitarse analgésicos más allá del primer día.

Tras la operación, el paciente sale de quirófano con un leve taponamiento nasal y con un yeso que cubre su nariz. En los primeros días pueden presentarse edemas y hematomas en las zonas cercanas, particularmente en los párpados. El taponamiento nasal se retira al tercer día. La férula de plástico que cubre la nariz se retira al cabo de una semana.

CUÁL ES EL RESULTADO FINAL

El resultado de la rinoplastia se ve inmediatamente desde el día en que se retira la férula nasal, e irá mejorando progresivamente conforme pasen las primeras semanas. La persona intervenida puede reincorporarse a sus actividades diarias sobre los 5 a 7 dias sin que se note prácticamente.

Aunque la nueva forma se puede apreciar desde el primer momento, continua habiendo un leve edema, sólo apreciable por el mismo paciente o por aquellos allegados que conocen todas nuestras expresiones faciales. El resultado final se irá consolidando con el paso de los meses, cada vez más natural y armonioso a nuestras facciones. Esta fase abarca desde un mínimo de seis meses hasta un máximo de un año en algunos casos.