El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha decidido hoy el cierre de la Embajada de España en Siria en repulsa a la represión del régimen de Bachar al Asad, aunque mantendrá dos diplomáticos en la oficina de la UE en Damasco.

La clausura de la embajada se hará efectiva en los próximos días, una vez que sea repatriado el personal que está destinado en la oficina y que se resuelvan los preparativos logísticos.

La medida ha sido anunciada por el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, como gesto de condena por las "salvajes matanzas" de opositores ordenadas por las fuerzas del régimen, que se ha traducido en centenares de fallecidos en las últimas semanas.

España sigue los pasos de Francia, Reino Unido y Alemania, los primeros países de la Unión Europea (UE) en cerrar sus respectivas embajadas.

Al anunciar la decisión esta tarde en el Senado, García-Margallo ha hablado de la suspensión de las actividades de la oficina diplomática.

En un acto posterior en el Palacio de Viana junto con el presidente de la CEOE, Juan Rosell, el ministro ha precisado que este cese es la "fase previa" al cierre. "Esperamos que sea lo más corta posible", ha confiado.

"El gesto político está hecho", ha añadido García-Margallo en referencia a que esta medida tan drástica pretende expresar la condena a la violencia.

A última hora de la tarde, Exteriores ha emitido un comunicado informando del acuerdo de "suspender definitivamente la actividad de la embajada, poniendo de este modo fin a la labor de su representación" en Damasco.

García-Margallo apuntó esta mañana en un desayuno informativo que se estaba estudiando "muy seriamente" el cierre ante la actitud "inadmisible" del Gobierno sirio, aunque posponía la decisión a lo que se decidiera en una reunión en Bruselas con los socios comunitarios.

Dos funcionarios en la delegación de la UE

La clausura de la legación no supone la ruptura de las relaciones diplomáticas, puesto que dos funcionarios permanecerán acreditados en el país en la delegación de la UE en Damasco.

De este modo, podrán seguir prestando atención consular al medio millar de españoles residentes en Siria, informando de la evolución de los acontecimientos y en contacto con la sociedad civil del país, ha explicado García-Margallo.

El edificio de la misión diplomática y la residencia del embajador quedarán custodiadas por personal local.

España mantiene abierta por ahora su sede del Instituto Cervantes en Damasco, que tiene programados actos para la próxima semana.

El ministro va a hablar con el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha para evaluar la conveniencia o no de cerrar su edificio.

"No sé si el Cervantes tiene el contenido político suficiente para que forme parte de la reprobación y no sé tampoco si por motivos de seguridad habría que repatriar a los (funcionarios) expatriados", ha comentado García-Margallo.

La suspensión de las actividades de la Legación se adopta un mes después de que fuera llamado a consultas el embajador en Damasco, Julio Albi, ante el agravamiento de la represión, en una acción también coordinada con otros países de la UE.

Al mismo tiempo, fue convocado en el Ministerio de Exteriores el embajador sirio en España, Hussam Edin Aala, para expresarle la queja por la acción de las fuerzas leales a Al Asad.

Los opositores sirios en España han pedido de forma reiterada al Gobierno la expulsión del embajador sirio, que sigue en Madrid leal al régimen.

Las revueltas en Siria comenzaron a mediados de marzo del pasado año y desde entonces, han muerto unas 7.500 personas, según datos de la ONU, aunque grupos de la oposición afirman que la cifra supera los 8.500.

España ha venido reclamando en los últimos meses la destitución de Al Asad al considerar que ya no tiene legitimidad para seguir en el poder.

También ha apoyado todas las sanciones acordadas por la UE contra las autoridades de Damasco.