Durante ocho largos y eternos minutos el Airbus 320 con 150 personas a bordo fue cayendo en picado, descendiendo desde una altura de 38.000 pies hasta colisionar y acabar desintegrándose contra una cima de los Alpes franceses a 2.800 metros. Todos los pilotos consultados coinciden en señalar que es algo «extremadamente raro» y se preguntan los motivos por los que en todo ese tiempo no se recibió aviso alguno del avión. «Si en ocho minutos no comunicaron el "may day" es porque debían de estar demasiado preocupados en controlar el avión», explica un piloto comercial valenciano. «Las prioridades de un piloto son volar, navegar y comunicar en ese orden. Si no comunicaron nada es porque el piloto estaba muy centrado en las dos primeras, me inclino a pensar que en la primera», añade este experto en la materia.

«Es todo muy raro, como si no hubiera nadie en la cabina», asegura otro copiloto de un Airbus A-320 que también prefiere mantener su anonimato insistiendo en que se trata de especulaciones. Del mismo modo, este experimentado piloto señala que lo ocurrido sería compatible con una «posible despresurización explosiva» y que por causas ajenas los pilotos podrían haber perdido el conocimiento, lo que explicaría que no hubieran podido comunicar nada. No obstante insiste en que una descompresión no es motivo de accidente aéreo y que «tendría que ir acompañada de algún otro factor externo en cabina». Aunque aclara que son todo especulaciones y que seguro que cuando se analicen a fondo las cajas negras del aparato va a haber muchas sorpresas.

De hecho, ante una posible fisura en el fuselaje inmediatamente saltan las alarmas y las mascarillas de oxígeno. «En el caso de los pasajeros es el oxígeno justo para mantenerlos con vida pero los pilotos contamos con mascarillas especiales que cubren toda la cara y el oxígeno es puro 100% para poder controlar perfectamente el avión», relata otro experto en la materia.

Así cuando esto ocurre el piloto suele hacer «un descenso controlado de emergencia hasta una altura a la que se pueda respirar ya que el oxígeno se agota rápido». esto explicaría en parte el rápido descenso desde 38.000 pies de altura, pero no aclara los motivos por los que acabó colisionando contra las montañas de los Alpes.

Asimismo, cuando a las 10.30 horas del martes se produce este descenso brusco de altitud el vuelo 4U 9525 que cubría la ruta Barcelona-Düsseldorf iba volando en piloto automático establecido en crucero a una altitud fija de 38.000 pies. «El piloto automático no se desactiva con una descompresión, debe ser el piloto quien accione el modo manual», explican estas mismas fuentes. De igual modo, «a la altitud en la que empieza a perder altura el avión cualquier piloto con horas de vuelo de experiencia es capaz de realizar un aterrizaje de emergencia y no precisamente en los picos de los Alpes». «Que un avión establecido en crucero haga este descenso hasta literalmente estrellarse contra una montaña en los Alpes, y que ni siquiera el piloto haya tratado de esquivarlo yendo hacia una zona menos montañosa es muy raro», señala este piloto comercial.

Posible fallo estructural

Otro piloto, con numerosas horas de vuelo como copiloto de un Airbus idéntico al que se estrelló en los Alpes, también apunta a una probable despresurización. «Podría haberse producido una explosión por un defecto de algún material o una válvula de presión que no haya funcionado correctamente, pero es especular con ello». «Lo cierto es que cuando hay una despresurización explosiva, suele ser debido a un fallo estructural del aparato, y el procedimiento a seguir por los pilotos en primer lugar es colocarse su máscara y luego hacer un descenso hasta llegar a la altitud de seguridad donde poder respirar con normalidad», argumenta.

Sobre la posibilidad de una congelación de los motores, este piloto la descarta prácticamente por completo ya que estos aviones disponen de sistemas antihielo en motores y alas que son independientes en cada motor «Si un motor falla, como es completamente independiente del otro, el avión puede mantenerse nivelado», aclara. «En todo caso sería una congelación del combustible, aunque a la altitud a la que volaba las condiciones atmosféricas no influyen», explica. «Las cajas negras van a ser completamente determinantes en la investigación. Ocho minutos darán para mucho».