«Valencia Ciudad de la Seda» presentó ayer sus conclusiones tras la primera de sus ediciones, dentro del ciclo que va a convertir, en los próximos años, a Valencia en la capital mundial de este particular patrimonio promovido por la Unesco. Y dentro de esta iniciativa, ayer reivindicaba su importancia dentro de la candidatura que presenta Valencia para que las fallas sean declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Ayer, el coordinador general, José María Chiquillo, aseguraba que «aunque vamos a tener actividades relacionadas con la seda en los próximos años, ahora le toca jugar su papel dentro de esa cita de diciembre». El papel de las fallas como preservador del cultivo y tratamiento tradicional de la seda es uno de los argumentos que se esgrime en la candidatura como factor importante entre los valores que se pretende destacar de la fiesta.

En el acto de ayer, donde se presentó el audiovisual de las actividades celebradas el pasado mes de julio, el secretario de la Agència Valenciana de Turisme, Francesc Colomer destacó que «Con Valencia Ciudad de la Seda hemos hecho un producto turístico diferente, pero que a la vez inspira la conciencia de la gente». Recordó que la Ruta no es sólo una cuestión del «cap i casal»: «Hemos reunido 99 vestigios y productos turísticos en diferentes poblaciones relacionados con esta Ruta de la Seda, que es un puente entre culturas y pueblos». La AVT tiene previsto próximamente incorporar una señalización de espacios sederos dentro de la trama urbana de la ciudad.