«Nos quedamos atrapados entre la gente y mi hijo no podía respirar». Mabel Obrer contaba ayer todavía alarmada la escena que vivió al medio día durante la entrega de premios en la Plaza del Ayuntamiento. La mujer relató a este periódico que la gran cantidad de gente que había dificultaba la movilidad y la respiración, generando así, situaciones de pánico. «Estuvimos 45 minutos atrapados, sin movernos, mi hijo pequeño me decía, «Mami, me ahogo»». La mujer se queja de que no se ha hecho un buen cálculo de la gente que se podía concentrar en la plaza durante los actos multitudinarios como las mascletàs o entregas de premios ni una correcta previsión de efectivos para casos así.

«Protección Civil estaba muy lejos». Además, relata que llamaron al 112 en varias ocasiones y obtuvieron respuestas como «eso son problemas a resolver con las comisiones» y «en València en fallas esto es así». Obrer contaba que varias personas fueron testigos de esos momentos de pánico de los que finalmente pudieron «escapar» de una aglomeración de gente que, según afirma, «no tenía escapatoria».

Reiteraba que había sido una situación de verdadero peligro que muchas personas han podido vivir de primera mano y denuncia que no había suficientes efectivos para sacar a la gente si había alguna emergencia. «Solo había dos agentes de Protección Civil que hacían lo que podían. Ellos nos han sacado de ahí». Obrer echa en falta soluciones para la movilidad en espacios grandes con tanta masificación de gente como un un cordón que facilite la circulación y prevenga situaciones como las que se vivieron ayer por la mañana y dotar la plaza de un mayor número de efectivos de seguridad y ambulancias para situaciones complicadas como convulsiones o golpes de calor y, aún nerviosa por la situación vivida, lamenta que se creen tales tapones humanos que pongan en peligro la seguridad de todos.