Para cuando esté en plenas pruebas de la gran final, Claudia Gallardo pasará de 21 a 22 años. Lo que sería una buena noticia, que sumar a disponer de un trabajo indefinido en la boutique de Zadig & Voltaire de El Corte Inglés -siente pasión por la moda y todo lo que la rodea- como complemento a una carera de Periodismo y Comunicación Audiovisual que le permitió, por ejemplo, ganar un premio de relato corto para la revista Vogue. «Cuando pensé en ser fallera mayor quería primero buscar trabajo, que en casa no corrieran con todos los gastos y menos con mi hermano de presidente infantil».

De padre y madre de Burjassot, es de la falla María Ros-Santo Tomás y reside en su epicentro. «El casal está tan cerca, que en el pasacalle dábamos la vuelta a la manzana para que cundiera un poco». Fue fallera mayor infantil hace diez años y vino a coincidir su nuevo reinado «porque era el último año que mi hermano podía ser presidente infantil». Hace años, todavía en edad infantil, fue segunda clasificada en el concurso de play back infantil de la Junta Central Fallera, con un Mary Poppins. «En la falla procuro hacer lo que haga falta, pero soy "chiquera" y los infantiles es lo que más me gusta».

Le gusta vivir experiencias. Su nombre en google muestra por igual una orgullosa licenciada en la UJI y esa pasión por la moda y una autodefinición de "Urban chic, Romántica y Bohemia". Y sin miedo a irse a vivir a Chipre durante una temporada. «Quería aprender inglés y sumergirme completamente. Un primo mío es oboe en la Orquesta Nacional de Chipre y me fui a vivir a Nicosia. Aprendí inglés, algo de griego y sobre todo, mucho de la vida, con la enorme diferencia de riqueza y pobreza entre zonas. También estuve viviendo en Francia para hacer lo mismo: regresar con el idioma bien aprendido».