Si Rocío y su familia no hubiesen tomado la decisión de cambiar de comisión hace unos años. Si se hubiese presentado a fallera mayor de la Merced alguna fallera con más antiguedad que ella que la hubiese apartado del trono... condicionales que llevan, al final, a la realidad de futuro: que Rocío Gil será la reina de la fiesta fallera.

No es fácil tomar la decisión de elegir fallera mayor cuando tienes opciones variadas y buenas. Y Rocío Gil fue creciendo en el pronóstico conforme pasaban los días. Tanto es así, que su nombre sólo apareció en negro sobre blanco ayer, en las páginas de Levante-EMV. «Bueno, eso quiere decir hemos llevado el tema sin que casi se sepa nada» decía el jurado. Pero levantado el secreto de sumario, habían destacado de ella que «se lo ha creído desde el primer día. Que quería ser, que no ha tenido vacilaciones en ese sentido y que ha hecho unas pruebas excepcionales, muy buenas. Su Crida, por ejemplo, fue fantástica». Son las cosas que demuestran que las falleras cambian el chip cuando entran ya en el grupo de trece. Que cuando ya han salvado el gran escollo afrontan la final con otro ánimo. Lo decían también de su propia despedida de fallera mayor, el pasado fin de semana. Garantizan que tiene aplomo. Ella asegura que quiere ser abogada de ejercer, de pelear en las salas de vistas.

El jurado, por cierto, difería de pensar respecto al del año pasado: no se les ha hecho largo el casi mes de pruebas. «Y eso que les hemos dado mucha tralla. Pero hacía falta.». Un factor más para el debate y la divergencia pero que huele, pues, a dejar las cosas como están. Como remate a las pruebas, las trece pasaron el 9 d´octubre... haciendo un clinic de golf en el campo de Masía de las Estrella.s

Nació en la casa de la Salud el dos de marzo y ese día ya la apuntaron de fallera e hizo la primera ofrenda apenas dos semanas después. Dicen en casa que es de su abuelo materno de quien ha heredado la notable estatura.