La construcción del Centre Social Benàger, uno de los edificios de referencia en Alaquàs, a mediados de los años 90 del pasado siglo, aportó al colectivo de los mayores un espacio con grandes posibilidades para desarrollar ocio, cultura, actividad física e incluso desarrollarse. Los dos antiguos hogares se fusionaron en uno y nació de esa unión la Asociación de Jubilados y Pensionistas, que es una de las más numerosas de la población. El Benàger es un centro por el que pasan a diario más de 500 personas que acuden a participar en los juegos de mesa de la cafetería, a las actividades de gimnasia y zumba, a las clases de baile, al grupo de teatro, a la peluquería o al podólogo. También tienen biblioteca, asesoramiento sobre el Alzheimer y una programación de charlas y de viajes todo el año. Y una de las actividades estrella es el baile del fin de semana con sorteo de regalos. Los mayores se benefician además de otras actividades que acoge el centro, de titularidad municipal, como son los bolillos, el patchwork o las manualidades.
La presidenta de la asociación es desde el año 2012 Paqui Márquez, que tiene en su equipo otras seis personas, dinámico y participativo. El vicepresidente es Juan José Gómez mientras que de la secretaría se ocupa Pedro Juan Navarro, con la colaboración de la vicesecretaria Maruja Landete. El tesorero es Francisco Soriano, de la contabilidad se encarga José Ramón Aliaga y el vocal es Ángel Gómez.
Paqui Márquez no duda en definir la convivencia en el centro como «excelente» a pesar de la cantidad de personas que conviven y de que las edades son muy variadas. Tienen socios de 20 años que son pensionistas y otros que superan los 90. Con todo, el grueso lo componen los jubilados de entre 60 y 80 años. «Tenemos una socia en el grupo de gimnasia que es una pasada, tiene 94 años y está mejor que nosotros», dice la presidenta. Los directivos creen que la convivencia se logra gracias al «enorme trabajo que se hace».
Si bien la crisis ha afectado al colectivo de mayores con recortes y «porque hay muchos manteniendo a hijos y nietos», la junta se alegra de que el número de socios no haya disminuido ni tampoco la participación en actividades.
La directiva está orgullosa de haber recibido el premio Castell d'Alaquàs en 2013 y, si bien se siente cómoda en el centro, recuerda al ayuntamiento que es «urgente» mejorar el sistema de climatización, porque en verano la instalación es excesivamente calurosa.
La entidad arranca el curso en septiembre con la comida del socio, a la que acuden 1.300 personas y ese mismo mes realizan la llamada «antología poética», una jornada en la que los mayores recitan sus poemas, que luego se recogen en una sencilla publicación municipal. En Navidad reparten caja a los mayores y hacen su brindis en los dos centros. En febrero tienen San Valentín y carnavales. Las Fallas las celebran con una «xocolatà» y en abril tienen su feria, con actuaciones del grupo de baile vestidas de sevillanas. Este mismo sábado tienen una actividad. De hecho, la terraza del centro está decorada como un patio andaluz. En mayo participan cada año en la Festa de la Primavera, organizando un taller para los más pequeños.
