Las empresas familiares son, a día de hoy, la base de la economía mundial. En lo que se refiere a España, la Comunitat Valenciana es la que tiene mayor representación de empresas familiares, con un 95% sobre el total de empresas. El gran reto de la empresa familiar está en la sucesión y en adecuarse a los tiempos. Pocas son las que superan el paso de la primera a la segunda generación. Mari Carmen Alcocer, de Alcocer Óptico, comenta las claves del éxito de esta empresa de óptica de Quart de Poblet, que este año cumple su 40 aniversario en plena forma, habiendo consolidado hace mucho el traspaso generacional
«Cuarenta años dan para mucho. El principal reto al que nos enfrentamos en el mundo de la óptica fue el enorme aumento de la competencia en muy poco tiempo. España es el país con mayor número de ópticas por habitante. Pero la competencia es buena; nos hace estar siempre alerta, ofreciendo lo mejor de nosotros mismos al cliente. Nos obliga a renovar nuestro establecimiento, a que todo el equipo se siga formando como profesionales, a ofrecer más y mejores servicios, a buscar productos de calidad y a ajustar nuestros precios. La actitud de hacer las cosas bien y de innovar ha sido fundamental para gozar de buena salud empresarial. Entendimos hace mucho tiempo que teníamos que hacer cosas diferentes, y nos especializarnos en lentes de contacto, terapia visual y baja visión. Además, creamos en paralelo una unidad de audioprótesis. La búsqueda de la excelencia profesional y el fomentar el espíritu de equipo nos he hecho ser quienes somos a día de hoy», explica Alcocer.
