Ha sido el mejor deportista de la historia de Picassent y uno de los atletas españoles más internacionales, con numerosos títulos en su haber entre los que destacan campeonatos nacionales y certámenes europeos. A sus 32 años, está ya retirado de la alta competición por las lesiones aunque acaba de iniciar una carrera de fondo en la gestión pública local como nuevo regidor de Deportes, una faceta que lo ha acercado más a sus vecinos y que le ofrece una nueva visión.
¿Por qué entró en política?
La alcaldesa, Conxa García, me propuso entrar en las listas del PSPV y, tras pensármelo un tiempo, decidí aceptar porque quería seguir vinculado al deporte con una responsabilidad como la de concejal del área. Creo que es algo atractivo aunque muy exigente.
¿Es muy diferente estar al otro lado?
Mucho. Mi objetivo es intentar hacer la mejor gestión económica del área de Deportes y, por mucha experiencia que tenga en una disciplina deportiva en concreto, no quiere decir que vaya a funcionar bien.
¿Has pasado de recibir felicitaciones a quejas?
Aún es un poco pronto, pero sé que ese momento llegará porque las decisiones que tome no siempre le gustarán a todo el mundo. Sugerencias sí que he recibido muchas y, sobre todo, tengo mucho más contacto con mis vecinos, que es lo que valoré al tomar la decisión de entrar en política; quería luchar por todos los deportistas de mi pueblo y eso es lo que intento hacer.
Picassent acaba de celebrar la Gala del Deporte, un acto en el que antes era homenajeado y ahora quien entrega los premios. ¿Cómo se siente?
(Se ríe). No tiene nada que ver porque esta vez me he sentido el responsable de que todo saliese bien en vez de acudir a disfrutar únicamente. Ahí he estado por completo en la otra cara de la moneda.
¿Echa de menos el deporte profesional?
En parte, aunque no demasiado porque acabé quemado por las lesiones que al final me retiraron. Lo que sí echo de menos es no poder hacer deporte.
