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Aldaia actualizará su catálogo de 1990, que solo protege seis edificios en todo el municipio

El alcalde socialista Guillermo Luján indica que se revisará el documento asociado al PGOU vigente, al recomendarlo la Conselleria de Cultura

El Ayuntamiento de Aldaia revisará su catálogo de bienes e inmuebles protegidos, tal y como le ha ordenado la dirección general de Cultura y Patrimonio, a raíz del expediente que se sigue por una de las fincas burguesas que hay en el término municipal.

La directora general Carmen Amoraga remitió un escrito hace días, tal y como publicó Levante-EMV, en el que instaba al consistorio a realizar esta adecuación porque puede estar perdiéndose patrimonio.

El alcalde socialista de Aldaia, Guillermo Luján, indica que la población dispone de un catálogo que se aprobó junto al Plan General de Ordenación Urbana de los años 90. Fuentes municipales de Urbanismo aclaran que en este documento están protegidos seis edificios en un nivel mínimo y ninguno es Bien de Relevancia Local.

Los inmuebles catalogados son la iglesia de la Anunciación y la ermita de la Saleta, en lo que se refiere a patrimonio religioso; y la cisterna situada en el sótano bajo en actual ayuntamiento. Asimismo, están protegidas las tres viviendas más relevantes en aquellos momentos de titularidad provada —la Casa del Bollo, la LLotgeta y la casa de Coladors— que posteriormente y en un proceso paulatino fueron adquiridas por el ayuntamiento, remodeladas y convertidas en dotaciones y servicios públicos —un centro de mayores, el Museo del Palmito y un edificio de servicios sociales—.

Antiguo ayuntamiento

Quedan fuera del catálogo el antiguo ayuntamiento, que data del siglo XVIII y donde recientemente se han localizado elementos arquitectónicos de valor, a raíz de la excavación que ordenó la conselleria, así como la casa del Tio Carmelo, que es el centro ambiental. Por otro lado, Aldaia dispone de una serie de «fumerals» de los antiguos «rajolars» que están protegidos por normativas superiores a las locales, al igual que el yacimiento romano que se excavó en varias etapas y donde se encontró el Baco que está en el Museo Nacional de Arqueología.

El alcalde ha indicado que se realizará un proceso de revisión «por si es necesario incluir más elementos o revisar el grado de protección» aunquue no clara, hasta que los técnicos municipales se pronuncien, qué rango tendrá la finca de Franco Tormo en el futuro catálogo.

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