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Un fallo técnico retrasa 6 meses la tarjeta alimentaria para los antiguos usuarios de La Casita

El consistorio se comprometió a atender a las familias que iban al comedor social, pero de momento sólo les ha podido derivar a Cáritas y el Banco de Alimentos

El cierre el pasado diciembre de La Casita, el comedor social que gestionaba Carmen Roca, dejó a unas 60 familias de la localidad en riesgo de exclusión social sin la comida diaria que les ofrecía de forma altruista esta vecina de Paterna. Cuando se anunció este cierre, el alcalde de la localidad, Juan Antonio Sagredo (PSPV) anunció que el ayuntamiento asumiría este servicio y que ya había dado instrucciones a los Servicios Sociales del municipio para que contacten con los beneficiarios y les informen de «cómo se prestará la ayuda a partir de esta misma semana». Las familias serían atendidas por el Banco de Alimentos o por Cáritas y recibirían tarjetas solidarias que podrán canjear en supermercados de la localidad por comida.

Pero, según ha podido saber este periódico, casi siete meses después de aquel anuncio, las familias aún no disponen de las tarjetas alimentarias pese a que los informes de servicios sociales de las que los recibirán ya están listos. El problema, según han señalado tanto el consistorio como la empresa de alimentación con la que el ayuntamiento firmará el convenio, se debe a circunstancias «técnicas» que, de momento, han imposibilitado que las tarjetas estén listas para entrar en funcionamiento. Tanto el ayuntamiento como la mercantil que ofrecerá las tarjetas (y dónde los usuarios adquirirán los alimentos) aseguraron que tienen previsto tenerlas listas antes de quince días.

Hasta el momento, las familias que acudían a La Casita han seguido recibiendo comida a través del banco de alimentos y de Cáritas aunque, al menos en este último caso, la ayuda sólo tenía cuatro meses de duración, según señalaba una usuaria a este periódico. De esta forma, esta familia en concreto lleva más de dos meses sin la ayuda alimentaria de Cáritas y sin la «tarjeta solidaria» que el ayuntamiento se comprometió a entregar.

«Llevamos meses pidiendo solución y que los servicios sociales que nos llevan no pueden hacer nada porque no se les da las herramientas adecuadas para poder hacer su trabajo bien, yo en mi caso he escrito y entregado una carta directamente al alcalde y no se me ha dado contestación», explica la mujer. «Me parece de vergüenza que no tengan prioridad niños con necesidad en algo tan básico como la comida», añadió.

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