El mes de septiembre está siendo más difñicil que nunca para un gran número de agricultores de Picassent, que están sufriendo el robo indiscriminado de kiwis en sus cosechas. En total se calcula que podrían haberse sustraído más de 10.000 kilos de una quincena de campos dedicados a este cultivo, algunos de ellos situados también en término municipal de Alcàsser, lo que supone pérdidas de más de 15.000 euros.
Al menos la Guardia Civil ha recibido una quincena de denuncias de propietarios de campos de kiwis, de diferentes cantidades, desde los 2.000 kilos hasta los 20, muchos de ellos perpetrados durantes las fiestas patronales de Picassent, por una razón clara que explica uno de los denunciantes: «Los agentes de seguridad durante esas fechas se dedican a los conflictos que puedan surgir durante las fiestas, hay muchos cortes de tráficos y dejan, como es lógico, descuidada la seguridad del campo», afirma.
Y es que los agricultores no han denunciado para poder recibir una indemnización, ya que apenas se sanciona el hurto con una multa que ronda el euro por kilo, sino que intentan hacer visible el problema de seguridad que hay en el campo. «Una vez nos roban, el daño ya está hecho y no se puede recuperar porque normalmente cogen los kiwis cuando ni siquiera están maduros. Lo que intentamos conseguir es que no nos roben y eso es imposible si el grupo Roca está formado por cuatro agentes para toda l'Horta Sud», se queja uno de los agricultores.
El grupo Roca es un equipo especializado en los hurtos relacionas con el campo. En l'Horta Sud lo forman cuatro agentes que tienen que velar por la seguridad de 19 municipios, algunos con amplios terrenos de cultivo como es el caso de Torrent, Picassent, Silla o Alcàsser.
Refuerzo de agentes locales
Un grupo de agricultores también ha trasladado sus quejas al Ayuntamiento de Picassent dirigido por la alcaldesa del PSPV, Conxa García. La primera edila asegura que, tras conocer el gran número de robos, «hemos intensificado la vigilancia en los campos», aunque admite que sus recursos son limitados y no se puede aumentar el número de agentes.
Los agricultores aseguran que se encuentran desamparados. Muchos de ellos decidieron abandonar la naranja precisamente por los hurtos y el precio devaluado de la misma, y apostar gran parte de sus ahorros en el cultivo del kiwi, un producto que apenas cuenta con 15 años de implantación en la comarca y cuyo cultivo es laborioso.
«Cuesta más o menos tres años en tener listo el campo, para que luego lleguen, los roben y encima los vendan cuando no es su momento óptimo, lo que desprestigia nuestro producto», asegura un agricultor.
Precisamente ayer el Roca llamó a algunos de estos labradores para que acudieran al mercado de Torrent a identificar los kiwis que se estaban vendiendo. Los agricultores identificaron sus productos y los agentes pasaron a confiscar unos 40 kilos de kiwis a una pareja, que presuntamente ya contaba con antecedentes de hurto de frutas.
También la semana pasada uno de estos agricultores pilló in fraganti a una pareja robando en su campo de kiwis, con la fortuna de que pasaba una pareja de guardias civiles por ahí que les detuvieron en ese instante.
Tras un juicio rápido, el juez les condenó con una multa de 12,93 euros, daño estimado por los 11 kilos de kiwis robados. «Está claro que ese tipo de sanciones no compensan todo el daño que nos hacen, por eso hay que intentar que no roben en nuestros campos y eso solo se puede hacer aumentando la seguridad», señalan los agricultores.
