Los efectos de la sequía, que se prolonga ya por cuarto año consecutivo, son cada vez más ruinosos sobre el sector agropecuario. Un informe elaborado por los servicios técnicos de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), a partir de las últimas inspecciones sobre el terreno del estado que presentan los cultivos, permite cifrar en 245 millones de euros las pérdidas ocasionadas en la agricultura y la ganadería de la Comunitat Valenciana por este continuado déficit de lluvias.

Si bien el desastre es generalizado, el sector más afectado es el de los cítricos, donde los sobrecostes que implican la necesidad de realizar más riegos, la incidencia de las plagas y el aumento del desembolso para combatirlas, así como los problemas de calibre detectados, arrojan unas pérdidas globales de 147,5 millones.

Por ello, la organización agraria ha remitido un escrito a los ayuntamientos solicitando que aprueben mociones en las que trasladen a las Administraciones las demandas de los agricultores.

Las cuatro peticiones planteadas son la aplicación de un módulo cero en la declaración del IRPF de 2016, la exención del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) Rústico, la puesta en marcha de créditos bonificados para todos los agricultores y ganaderos afectados, y un plan de ayudas específicas por hectárea.