El pleno debatió ayer las resoluciones de Compromís y EUPV en contra de la celebración de Marenostrum. Media hora antes, decenas de jóvenes acudieron a la cafetería de la Sociedad Musical, situada justo frente al ayuntamiento para recoger alguno de los mil abonos que la promotora regalaba a los empadronados. Aunque se escuchó alguna consigna en favor del festival, la empresa aseguró que el reparto no era una «medida de presión» ante el punto que se debatía en el pleno. Por su parte, Bru reconoció que el consistorio había pedido aplazar la entrega para evitar suspicacias. «Nos han asegurado que no pueden hacerlo otro día». v. c.