Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Torrent

"Xenillet es ahora un barrio más abierto"

El vecindario y los agentes sociales valoran el resultado de la inversión europea un año después de remodelar la zona

"Xenillet es ahora un barrio más abierto"

Una veintena de ayuntamientos de l´Horta está pendiente de la segunda convocatoria de ayudas de la Unión Europea que permitirá modernizar sus ciudades y aplicar medidas que las conviertan en espacios más sostenibles. Mientras tanto, los tres primeros municipios que han recibido subvenciones „Paterna, 10 millones de euros; Torrent, cinco millones, y Quart de Poblet, otros cinco„ ya comienzan a ejecutar las primeras acciones.

En la capital de l´Horta Sud ya existe un precedente de una gran inversión europea, que se desarrolló durante varios años en el barrio del Xenillet, en el que se gastaron 10 millones de subvención, a cargo de la iniciativa Urban, y otros cuatro de fondos municipales. El proyecto lo ideó el alcalde socialista Josep Bresó, que incluso llevó al barrio al entonces ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla. Con todo, la redacción del proyecto, la obtención de los fondos y el grueso de la ejecución posterior correspondió a los gobiernos del PP de María José Català y Amparo Folgado.

Un año después de concluirse la última actividad, vecindario y entidades coinciden en que la imagen del barrio ha cambiado pero se mantiene la problemática social. «El trasfondo es complicado y la exclusión social no se erradica en tan poco tiempo», valora el director del colegio Juan XXIII, Germán Palomino.

Este maestro elogia, no obstante, el avance que las inversiones supusieron en materia educativa. «Nos instalaron pizarras electrónicas y fuimos pioneros. Fue un gran aliciente para el alumnado, que venía al colegio más motivado, teniendo en cuenta que hay una parte del barrio cuyas familias, por su propia idiosincrasia, no valoran demasiado la educación». Las pizarras implicaron que el profesorado tuvo que formarse en nuevas tecnologías, lo que fue otra mejora y la nueva metodología «hace más fáciles las clases, al tener el soporte audiovisual». Además, el plan Urban permitió reconstruir la pasarela que conecta el barrio con el edificio de primaria del colegio.

En la asociación de vecinos, el presidente Basilio Cabrera considera que Xenillet «está bastante más tranquilo» tras la remodelación porque «hay menos coches, van más despacio, las calles son más ampliar y no se ha reducido el aparcamiento ya que se crearon plazas junto al barranco». También elogia la reforma de la calle Valencia, para que dejara de ser una carretera que aislaba el barrio. «El tráfico en esa vía sigue siendo el mismo y no se solucionará hasta que no se haga la ronda junto al barranco. Pero eso lo vienen prometiendo desde los años 70 y es una obra muy compleja técnica y económicamente», valora.

Cabrera también valora la mejora en el barranco porque «ya no es un vertedero de escombros, ya que no se pueden tirar porque se construyó el muro». Respecto a la seguridad, «ahora estamos muy tranquilos desde la intervención policial por el tiroteo».

En la falla Xenillet Bandera la percepción sobre el Plan Urban y sus consecuencias es diferente. Su presidente Javier Sánchez reconoce que su colectivo «va a lo suyo y no se involucra demasiado en el barrio». «Respetamos y nos respetan»«, asegura este dirigente. La razón es que la pequeña comisión, con apenas 36 miembros, está formada por «falleros y falleras de otros barrios de Torrent e incluso de otros pueblos como Montserrat o el Barrio del Cristo y solo cinco personas son de Xenillet».

Compartir el artículo

stats