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Opinión

En defensa de los «bous al carrer»

E l miércoles19 de agosto, la Federación de Peñas Taurinas de Bous al Carrer, la Unión Taurina y muchos otros colectivos congregaron a mas de 9.000 personas en la plaza de toros de València en un acto en defensa del «bou embolat» y «bou en corda» prohibido en la ciudad y pedanías de València por el gobierno de Compromís. Como preludio se nos hizo entrega, a todos los representantes de los grupos en les Corts (excepto a Compromís, que no se dignó en acudir) de un documento en el que se acredita el amparo legal con el que cuenta la fiesta taurina, en sus variadas y diversas manifestaciones, tanto en nuestras plazas como en las calles.

Queda explícito en el texto que la ley define la tauromaquia como Patrimonio Histórico y Cultural común de los españoles, siendo este un signo de identidad colectiva, lo que justifica que su prevención corresponda a todos los poderes públicos. Nadie puede ni debe dudar que la tauromaquia forma parte de nuestra identidad. Es importante también reconocer el esfuerzo titánico que las peñas han realizado, adaptándose a la legalidad y cumpliendo con la normativa de la C. Valenciana, donde estos festejos están regulados por uno de los decretos más exigentes y garantistas que existen, tanto para la seguridad de las personas como para el respeto y el cuidado de los animales.

Si tanto la Constitución, como las leyes y decretos territoriales regulan y protegen la tauromaquia, si cuenta con un importante respaldo popular, si las actividades económicas que genera suponen una importante fuente de ingresos y dinamización económica, ¿por qué? entonces se está prohibiendo en algunas de nuestras ciudades y pueblos? Únicamente puede existir una justificación, un motivo: el ideológico

Es incomprensible que algún gobernante o alcalde esté utilizando sin fundamento legal la capacidad de veto que le otorga su gobierno, en la gran mayoría de ocasiones conformado por grupos que ni siquiera cuentan con un respaldo social mayoritario, para impedir unos espectáculos, que respetan la legalidad y que han ido incrementando durante los u?ltimos años las medidas de seguridad y las de protección a las reses. La tauromaquia cuenta con detractores, pero son muchos más los aficionados y defensores que organizan sus festejos cumpliendo con la normativa vigente, que de forma educada exigen un respeto que no se les está ni concediendo ni garantizando.

La Federación de Peñas Taurinas de Bous al Carrer quiere constituir una mesa de trabajo en la que estén presentes todos los partidos y que ha de convertirse en el foro adecuado y oportuno para que cada formación exprese sus opiniones en relación con la fiesta de los toros. Los «bous», las peñas taurinas , los aficionados, los profesionales y familias que viven de los toros no están reclamando privilegios. Unicamente que se respeten sus derechos.

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