Los padres y madres del alumnado de la Escoleta Trébol de Foios mostraron ayer su indignación ante la posibilidad de que sus retoños se quedaran sin lugar al que asistir el próximo curso, debido a unas obras que han de realizarse en ese edificio.

La propietaria del bloque desea realizar unas reformas en su piso y que afectarían a «L'Escoleta», situada en la planta baja, la cual debería de quedar cerrada para reforzar los pilares. «Tengo a mi hijo matriculado para el año que viene, si la escuela se cierra, ¿a dónde lo llevo?», señalaba una madre, destacando que en Foios únicamente hay dos colegios. «Nos meteríamos dentro de la escuela si hiciese falta», afirmaba otra madre con rotundidad.

El conflicto entre la propietaria del edificio y la arrendataria -la directora de la escoleta- lleva en marcha desde hace cinco años. Fue ayer martes cuando, tras varias denuncias y sentencias por ambas partes, la Comisión Judicial se presentó en la escuela infantil para tomar datos y pedir una copia de las llaves. Allí asisten a clase unos 40 niños y niñas.

La directora del centro, Raquel Devis Grau, ha explicado a Levante-EMV que «estas obras implican cerrar la escuela el mes de agosto y además quieren entrar con los niños dentro a hacer la obra. Nos han dicho que es solamente durante este mes, pero la escuela está abierta los 12 meses».

Por su parte, familiares de la propietaria del edificio, Elena Ruiz Palanca, ofrecieron también a este periódico su versión al respecto. «Tenemos un auto firmado por el juez para realizar las obras. En todos estos años la escuela nunca ha abierto en agosto y, por tanto, se suponía que no habría niños», dijeron. Además, señalaron que la escuela está apercibida de desobedecer y que «abrieron en agosto exclusivamente para intentar impedir la obra», algo que la directora de la Escoleta Trébol niega rotundamente alegando que si está en funcionamiento es por cuestión de la demanda por parte de los padres.

En el plano judicial, la Audiencia Provincial emitió una sentencia firme en la que permite la reforma pero establece que «las obras en el interior del local arrendado se ejecutarán en periodo de vacaciones escolares» y «las obras en el exterior del local arrendado se ejecutarán en días y horas no lectivos». Junto a ello, «los niños quedarán preservados de cualquier riesgo físico o psíquico, y de cualquier restricción de su asistencia al Centro por causa de las obras», dice el fallo.

Así, una parte de los vecinos de la pequeña localidad de Foios se han visto involucrados en un conflicto judicial en el que el enfrentamiento entre las dos partes -propietaria y arrendataria- puede poner en riesgo la estabilidad de los más pequeños para el próximo curso escolar, al no conocer realmente cómo evolucionará tanto el proceso judicial, como las propias obras del edificio.