La Policía Local del Puig socorrió hace un par de días a un joven de 30 años que entró en coma en el interior de su vehículo. Según fuentes policiales, un vecino del municipio procedió a llamar a la Polícia debido a que el joven se encontraba inmóvil dentro de su coche y con el motor en marcha y no reaccionaba.
En ese momento, la patrulla de policías se desplazó a la zona de la playa donde se encontraba el joven y, una vez allí, procedió a «romper la ventanilla del acompañante para seguidamente sacar al conductor del vehículo y colocarlo en la acera, debido a que el conductor no respondía a las llamadas incesantes, ni a los golpes del cristal, ni a las sirenas del vehículo policial momento en el que se le empezó a ponérsele la cara de color morado y los ojos en blanco», han informado los agentes implicados en la operación.
Las mismas fuentes indican que el hombre, había entrado en parada cardiorrespitaroria y el cuerpo de seguridad procedió a la reanimación cardiopulmonar del afectado, requiriendo en el lugar, hasta la llegada del SAMU, al servicio de socorrismo municipal, que también colaboró en la atención al afectado, así como al propio vecino del municipio, que fue el primero en darse cuenta del alcance de lo sucedido, para inmediatamente después avisar a la Policía Local.
Así, posteriormente llegó una unidad SAMU de Sagunt que, tras estabilizar al enfermo, lo trasladó al hospital de este municipio valenciano donde fue atendido en Urgencias.
El coma, según pudo saber el hermano del afectado por declaraciones de los médicos, se debió a los opiáceos que toma para tratar la lesión del brazo, una de las secuelas que le produjo un accidente de tráfico anterior en Malta hace un par de años y que también estuvo apunto de costarle la vida, ha informado fuentes policiales.
