n La falla Hostalets se volvió a coronar ayer como la comisión con el mejor monumento de Puçol por cuarto año consecutivo. Además, también se hizo con el ninot indultat de fallas grandes. El primer premio del monumento mayor es un reconocimiento que se ha afianzado en los últimos años. Sin embargo, a diferencia de las fallas de 2017, no se llevaron el mismo puesto para la falla infantil. En este caso, el monumento ganador infantil fue el de Antiga Muralla que ayer también se coronó, pero por hacerse con siete primeros premios en total: presentación, llibret, carroza, ninot indultado infantil, ingenio y gracia infantil, mejor falla infantil e ingenio y gracia de monumentos grandes. Molí de Vent, por su parte, obtuvo el premio a la mejor comparsa.

Por otra parte, en Moncada fue la comisión de La Tauleta quien se llevó el oro como lo hizo el año pasado y en años anteriores. Un premio que ha reñido en los últimos ejercicios con El Palmar. En 2014 ganó Tauleta, en 2015 lo hizo el Palmar y en 2016 volvió a llevárselo Tauleta. Un puesto que parece no soltar pues el año pasado ya triunfó con la gran imagen de una limpiadora. En cuanto a la falla infantil, El mercat subió al pódio más alto con un monumento que recordaba a fantasía y magia y Tauleta se quedó a un puesto de hacer doblete pues obtuvo el segundo premio por su monumento infantil.

La falla que el jurado consideró que merecía el reconocimiento de «Ingenio y Gracia» por su monumento infantil fue Las Eres, que emitía un mensaje positivo «que no corre, vola» en alusión a las ganas de comerse el mundo. Un detalle que pareció gustar y sorprender a quienes juzgaron ayer por la mañana cada monumento de las ocho comisiones de Moncada.

Por otra parte, la creación más «ingeniosa» de las figuras grandes se la llevó la falla Badía que, con un elefante de circo como protagonista levantaba tímidamente con la trompa un ratoncito que presidía el monumento entero desde lo más alto y vigilaba a todas las figuras que recordaban a egipto que posaban en la parte inferior.