La concejala de Educación de Burjassot, Laura Espinosa, ha presentado su dimisión con motivo del cierre del gabinete psicopedagógico, el pasado uno de abril. La exedila socialista desgrana en la carta de renuncia que el área que dirigía ahora «sólo dispone de la administrativa de Bienestar Social para gestionar todas sus competencias, dejando prácticamente a cero un servicio tan sensible que afecta a niños en edad escolar».

Fuentes municipales incidaron que la extinción del servicio está motivada en la nueva ley de contratos, que entró en vigor el pasado ocho de marzo. «No podemos cometer una irregularidad. Es una cuestión temporal. Sacaremos un nuevo pliego acorde con la nueva ley y seguirá el servicio», defendieron las mismas fuentes.

Pese a que Espinosa admite que la nueva normativa ha sido el detonante parsa extinguir el gabinete, lamenta que tal decisión «no se me comunicó de forma directa, si no por intermediación del equipo técnico, aspecto que hubiese deseado que se me comunicará directamente dado que afectaba a la gestión de la concejalía».En este sentido, la exconcejala sostiene que «hubiese deseado optar por otras formas de gestionar la situación, de forma más procesual y consensuada, pero lamentablemente la precipitación ha generado que aún no se haga designado a ningún profesional a día de hoy, a pesar de haberlo demandado. Esta la punta del iceberg que ha hecho que tome la decisión de renunciar al cargo de Concejala Delegada de Educación del Ayuntamiento de Burjassot, no comparto los procesos desarrollados y considero que con estas condiciones no se puede desempeñar adecuadamente la responsabilidad social de gestionar políticas educativas de calidad».

Fuentes municipales entienden la renuncia de Espinosa si «considera que no tiene los suficientes medios para ejercitar su labor y su carrera está encaminada a otras vertientes laborales».