Casi 140 personas murieron calcinadas y un número similar resultaron heridas por la explosión este domingo de un camión cisterna cargado de gasolina que volcó y luego se prendió fuego en el este de Pakistán, un accidente que ha enlutado las celebraciones por el fin del mes sagrado del Ramadán.

El lugar donde a primera hora de la mañana local se produjo el siniestro, en una carretera nacional cerca de la localidad de Bahawalpur, en la provincia de Punyab, era horas después un amasijo de vehículos calcinados de los que aún salía una gran humareda.

Hasta allí se habían trasladado vecinos de la zona al conocer que un camión cisterna cargado con miles de litros de gasolina había volcado, derramando por el asfalto el preciado líquido, un regalo por el fin del Ramadán para las familias más empobrecidas.

Sin embargo, la suerte se tornó en tragedia cuando la gasolina prendió fuego de manera repentina, desencadenando una explosión que envolvió a los presentes sin que tuvieran tiempo de escapar, dijo a Efe un portavoz de la policía local, Ghulam Dastgir.

"El número de muertos ha alcanzado los 139 y hay 112 heridos. 123 personas habían sido trasladadas a los hospitales, de las cuales dieciséis murieron. La mayoría de los cuerpos está irreconocible, por lo que su identificación se hará a través del ADN", dijo a Efe Baqir Hussain, que lidera el equipo de rescate desplegado en la zona.

Unidades de bomberos lograron extinguir el incendio, mientras los equipos de rescate y vecinos de la zona trataban de salvar el mayor número posible de personas, entre ellas niños, que fueron trasladados a hospitales de las localidades de Multan y Bahawalpur.

Entre los vehículos calcinados hay tres coches y 86 motocicletas, debido a que muchos de los vecinos que se trasladaron al lugar para recoger gasolina lo hicieron tanto a pie como en moto, detalló Hussain, quien reveló que el camión volcó por exceso de velocidad.

El portavoz del Ejército paquistaní, Asif Ghafoor, explicó en su cuenta oficial de Twitter que las Fuerzas Armadas enviaron helicópteros al lugar del siniestro para trasladar a las víctimas a hospitales y centros de quemados.

"Los hospitales se encuentran en estado de alerta", concluyó Ghafoor.

La oficina de comunicación del Ejército detalló más tarde en su cuenta de la red social que 51 de los heridos que se encontraban en peor estado fueron trasladados en helicóptero a un centro hospitalario en Multan.

El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, que tras el siniestro adelantó su regreso a Pakistán desde Londres, mostró su "más profunda aflicción" por el elevado número de víctimas y solicitó a las autoridades provinciales que aporten asistencia médica completa a los heridos.

Pakistán registra uno de los índices más altos del mundo de accidentes de tráfico debido al pésimo estado de las carreteras, a las deficiencias de los vehículos y al escaso respeto que se tiene hacia las normas de circulación.

En enero de 2015, en un accidente similar, 62 personas murieron calcinadas y once resultaron heridas graves después de la colisión de un autobús repleto de pasajeros con un camión cisterna que transportaba gasolina en el sur del país.

Este año la celebración mañana en Pakistán del Eid al-Fitr, festividad que marca el fin del mes sagrado del Ramadán, se vio empañada también por una serie de atentados ocurridos el viernes en la ciudad occidental de Quetta y en las norteñas áreas tribales.

En Quetta, un atacante suicida hizo volar por los aires un vehículo cargado de explosivos en la entrada de un cuartel policial, causando 11 muertos y 25 heridos, mientras una doble explosión en un mercado en las áreas tribales dejó 50 fallecidos y 261 heridos.