Los países de la Unión Europea consideraron hoy que grandes ciberataques pueden desencadenar la misma cláusula de solidaridad que está prevista en el derecho europeo para casos en que un Estado miembro sufre un ataque armado.

Los ministros comunitarios, reunidos en un Consejo de Asuntos Generales, aprobaron unas conclusiones en las que equiparan las ciberamenazas a gran escala a un ataque militar, al considerar que ambos son motivo para activar la asistencia mutua en la Unión, algo que ya hace la OTAN.

El Consejo enfatizó que "un incidente o crisis cibernética particularmente grave podría constituir una base suficiente para que un Estado miembro invocase la cláusula de solidaridad de la UE y la cláusula de asistencia mutua".

En concreto, los ministros se refieren así al artículo 42.7 del Tratado de la UE, que establece que si un país de la Unión es objeto de una agresión armada en su territorio los demás Estados miembros "le deberán ayuda y asistencia con todos los medios a su alcance".

También al artículo 222 del Tratado de Funcionamiento de la UE, sobre que si un Estado miembro es objeto de un ataque terrorista o de un desastre los demás le deberán asistir tras petición de sus autoridades.

Hasta ahora, Francia ha sido el único en invocar el primero, con ocasión de los ataques terroristas en el país en noviembre de 2015.

Los ministros recordaron además que previamente ya habían dado luz verde a la posibilidad de imponer sanciones a los responsables de actividades cibernéticas maliciosas.

"Cuando la mayoría de los perfiles son falsos y se replican... pues son ciberataques. Y contra los ciberataques hay que defenderse", alertó el secretario de Estado español para Asuntos Europeos, Jorge Toledo, en unas declaraciones a la prensa durante su participación en el Consejo de hoy.

Toledo consideró que la crisis en la comunidad autónoma española de Cataluña "se puede englobar dentro del concepto de ciberataques", como parte de una estrategia programada de desestabilización.

Explicó que "se ha constatado un hecho" que se han producido ciberataques relacionados con la cuestión catalana que provenían de los territorios de Rusia y Venezuela, aunque dejó claro que el Gobierno de España nunca ha acusado directamente a las autoridades de ningún país extranjero.

Los ministros reconocieron hoy que las amenazas en el ámbito digital "pueden tener un impacto en nuestra democracia, prosperidad, estabilidad y seguridad", e instaron a abordar la ciberseguridad con un "enfoque coherente" a nivel nacional, comunitario y global.

En concreto, pidieron reforzar la cooperación para "prevenir, disuadir, detectar y responder a ciberamenazas" y, al mismo tiempo, ser capaces de "responder conjuntamente" a incidentes cibernéticos a gran escala y a actividades maliciosas en ese ámbito en toda la UE.

Los ministros también reclamaron un nivel "fuerte y de confianza" de encriptación de las comunicaciones electrónicas, importante para "garantizar adecuadamente los derechos humanos y las libertades fundamentales en la UE y para la confianza pública en el mercado interior", a la vez que las autoridades pueden "acceder a los datos necesarios para sus investigaciones".

Consideraron igualmente que deben realizar regularmente ejercicios de seguridad paneuropeos y aprender de sus experiencias para mejorar su preparación ante ciberataques a gran escala.

Sobre los trabajos legislativos para poner en marcha un certificado europeo de ciberseguridad para los diferentes dispositivos, en un momento de gran desarrollo de la administración en línea, el comercio electrónico o el internet de las cosas, los ministros pidieron que responda a los más altos estándares frente a las amenazas y "a las necesidades del mercado y los usuarios".

Para hacer frente a estas amenazas, los países solicitaron a la Comisión Europea una evaluación de impacto y que proponga para mediados del año próximo la base legal necesaria para crear una red comunitaria de centros de ciberseguridad.

Además, instaron a reforzar la formación de profesionales y potenciar las capacidades digitales, y a continuar la cooperación con la OTAN en cuanto a ciberamenazas.