Europa Press/Efe, Jerusalén

Representantes sirios e israelíes mantuvieron reuniones secretas en Europa entre septiembre de 2004 y julio de 2006 para establecer un plan de paz entre los dos países, según informó ayer el diario israelí Haaretz. En virtud de estas negociaciones, celebradas en presencia de mediadores europeos y estadounidenses, Siria se habría comprometido a dejar de apoyar a Hizbulá y a Hamas y a distanciarse de Irán mientras que Israel habría aceptado retirarse de los Altos del Golán en un plazo estimado entre cinco y quince años.

Como resultado de estas reuniones, los dos países tienen previsto firmar un acuerdo de principios tras el cual se firmaría un acuerdo de paz.

Retirada entre 5 y 15 años

Entre estos principios figura la retirada total de Israel de los Altos del Golán hasta las fronteras de junio de 1967. El calendario para esta retirada queda abierto. Siria reclama, según Haaretz, que se cumpliera en un plazo de cinco años, mientras que Israel prefiere que el proceso dure quince años. Aparte, la frontera entre los dos países sería desmilitarizada en un porcentaje de uno a cuatro, en términos de territorio, a favor de Israel, que conservará además el control de las aguas del río Jordán y del lago Tiberiades. Las reuniones fueron celebradas con el conocimiento de las autoridades israelíes -que ayer negaron tener conocimiento de las mismas-, durante el Gobierno de Ariel Sharon.

Los mediadores europeos y el representante estadounidense en las negociaciones -el sirio Ibrahim Suleiman, ciudadano de EE UU-, se reunieron hasta en ocho ocasiones con altos cargos de Damasco, entre ellos el vicepresidente, Faruk al Shara, el ministro de Exteriores, Walid Mualem, y un jefe de la Inteligencia con rango de general.

Los sirios pretenden mejorar sus relaciones con EE UU, y conseguir el levantamiento del embargo norteamericano contra Damasco. El Gobierno sirio está preocupado por la posibilidad de que la pérdida de las rentas del petróleo ponga en peligro el régimen de Asad.

Por otro lado, el fiscal general de Israel, Erán Shendar, ha ordenado iniciar una investigación criminal contra el primer ministro, Ehud Olmert, por un supuesto delito de abuso de poder y cohecho. Las investigaciones se centran en las sospechas de que Olmert favoreció a un amigo suyo, Frank Lowey, en la compra de acciones del Bank Leumí cuando era ministro de Finanzas con Sharon.