Más que decepcionado, Rubi apareció ayer en la rueda de prensa posterior al partido muy enfadado. «El Villarreal nos ha preparado una trampa, que sabíamos que nos iba a preparar, y hemos caído de lleno», explicó el técnico del Levante UD, quien no dudó en reconocer que el conjunto de Marcelino fue «mejor de principio a fin, eso hay que reconocerlo. Hay una diferencia de nivel, la clasificación marca una diferencia de más de 30 puntos entre los dos equipos», apuntó.

Sobre el partido, destacó como punto de inflexión el primer gol. «Los primeros diez minutos el equipo estaba buscando cómo hacer daño, pero en la primera situación adversa nos han marcado y nos ha costado mucho», subrayó el catalán, quien hizo hincapié en que se había trabajado para frenar el ataque groguet. «Creo que no hemos aplicado bien lo que se ha preparado, pero el planteamiento del equipo ha sido el mismo que el del otro día y no he visto nada de relajación en los jugadores. El Villarreal en los contraataques es fulminante y aún habiéndolo entrenado, hemos caído en la trampa», expuso Rubi, quien no quiso hacer valoraciones individuales sobe el partido. «Si empiezo no salvo a ninguno».

Además, sobre la visita del Madrid a Orriols y su continuidad en el cargo en caso de otro mal resultado, el técnico se mostró con ganas de seguir trabajando. «No me preocupo por eso, estamos a cuatro puntos, a un partido y medio de la permanencia, y atravesando el Tourmalet del calendario. Esto ya me lo enseñaron en el fútbol hace tiempo. Normalmente, cuando te lo preguntan mucho es que algo hay, pero me da absolutamente igual, voy a seguir trabajando con total confianza», zanjó Rubi.

En el Villarreal, Marcelino reconoció que ganar al Levante UD después de caer en Orriols en el partido de la primera vuelta suponía un más motivación. «Siempre que pierdes con un equipo, lo recuerdas. Nos ha venido bien», apuntó.