Xavi Torres es uno de los 42 investigados, también, en el supuesto amaño del partido Levante UD-Zaragoza de la temporada 2010-11. El conjunto maño ganó 1-2 y consiguió la permanencia en aquel encuentro, el último de la Liga y que se jugó en el estadio Ciutat de València. El futbolista de Xàbia declaró el 27 de abril de 2015 junto a su excompañero Héctor Rodas y argumentó que aquel verano no sacó dinero de sus cuentas bancarias porque todos sus gastos corrieron «a cargo de sus padres». El jugador dijo que había pasado las vacaciones en Xàbia, su pueblo natal, junto a su familia, y que no le hizo falta utilizar su tarjeta de crédito.

El fiscal del caso, Alejandro Luzón, cifró en 965.000 euros la cantidad total de dinero que «jugadores del Real Zaragoza hicieron llegar en metálico a los jugadores querellados del Levante antes del comienzo del partido». Aquel regalo, según las investigaciones que había iniciado la Fiscalía Anticorrupción, habría llegado a manos de los futbolistas del Levante «como retribución por la pactada victoria del Real Zaragoza». El triunfo zaragocista supuso el descenso a la Liga Adelante del Deportivo de La Coruña.

Pese que ya declararon en Valencia todos los investigados y testigos, la fase de instrucción continúa abierta. La juez que instruye el caso ya tiene en sus manos la última prueba solicitada por la acusación: los movimientos bancarios de todos los futbolistas del Levante UD el año anterior a la disputa del partido, para compararlos con los realizados durante los meses siguientes al supuesto cobro en metálico por parte de la plantilla del Zaragoza. Según los hechos investigados, el entonces presidente del club maño, Agapito Iglesias, ingresó casi un millón de euros en las cuentas de los jugadores de su equipo. Días después, estos lo sacaron para, presuntamente, entregárselo en mano a un representante de la plantilla «granota». Los jugadores del Zaragoza declararon que aquel ingreso fue en concepto de primas.